Científicos advierten: más de la mitad de los adultos y un tercio de los niños tendrán sobrepeso para 2050
Un estudio advierte que los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y la falta de políticas efectivas están impulsando una crisis que tendrá consecuencias graves en la calidad de vida y en los sistemas de salud.

Para 2050, más de la mitad de la población mundial adulta y un tercio de los niños y adolescentes tendrán sobrepeso u obesidad. Esa es la alarmante conclusión de un estudio publicado la semana pasada en The Lancet, que además advierte que el aumento de las enfermedades asociadas a esas condiciones pondrá en jaque los sistemas de salud de todo el mundo.
El análisis fue liderado por científicos del Instituto de Investigación Infantil Murdoch en Australia (MCRI) y se basó en datos de la “Carga Mundial de Enfermedades, Lesiones y Factores de riesgo de 2021”, un estudio masivo de la Universidad de Washington, que incluye datos de 204 países. Los investigadores utilizaron modelos estadísticos avanzados para pronosticar las tendencias de obesidad y sobrepeso hacia 2050.
Según revela el informe, la obesidad infantil ha aumentado de manera exponencial en los últimos 30 años. Entre 1990 y 2021, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes se duplicó, y la de obesidad por sí sola se triplicó. En 2021, 931 millones de niños de entre 5 y 14 años, y 806 millones de adolescentes de entre 15 y 24 años estaban clasificados como obesos.

Los pronósticos son alarmantes: para el 2050, 745 millones de jóvenes tendrán sobrepeso u obesidad. De ellos, 385 millones sufrirán de sobrepeso y 360 millones de obesidad.
Las complicaciones derivadas de un índice de masa corporal elevado -lo que define el sobrepeso y la obesidad- incluyen enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, hipertensión, problemas respiratorios, infertilidad y trastornos mentales, entre otros.
“La obesidad se considera cada vez más una enfermedad crónica compleja que tiene impactos inmediatos en la salud física y mental de niños y adolescentes y causa enfermedades y disfunciones graves antes de la edad adulta”, afirma el estudio.

El problema no solo afecta a los jóvenes. Los adultos también enfrentarán niveles sin precedentes de obesidad, con las consecuencias económicas y de salud que esto implica. Los científicos advierten que estas condiciones no solo afectan la calidad de vida de quienes las padecen, sino que podrían colapsar los sistemas de salud, que deberán enfrentar los costos crecientes asociados al tratamiento de las enfermedades que se vinculan al exceso de peso.
El estudio revela que la distribución de personas con sobrepeso y obesidad no es uniforme en el mundo. De hecho, más de la mitad de los adultos que padecen estas condiciones se concentran en sólo ocho países: China, India, Estados Unidos, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Egipto.

Para 2050, se estima que cerca de un tercio de los niños y jóvenes con obesidad (130 millones) residirán en dos regiones principales: norte de África y Oriente Medio, y América Latina y el Caribe. Este panorama podría traer consecuencias graves para la salud pública, las economías locales y el bienestar social, advierte el informe.
Las causas del aumento en obesidad: un entorno desfavorable
Las causas de esta epidemia son multifactoriales. El estudio identifica principalmente la mala alimentación y la falta de actividad física como los principales impulsores de la obesidad. El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y una publicidad permanente dirigida a los más jóvenes son algunos de los factores que contribuyen a esta crisis global. Además, el sedentarismo asociado al uso de la tecnología y el estilo de vida moderno también juega un papel clave en el aumento de los casos.
Susan Sawyer, profesora de MCRI, destacó que es necesario un enfoque multisectorial para combatir este problema, que podría incluir políticas públicas como impuestos sobre las bebidas azucaradas, restricciones a la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a niños y el incentivo de menús saludables en las escuelas. "Nuestro entorno actual trabaja en contra de nuestros esfuerzos por llevar un estilo de vida saludable", explicó Sawyer.

Los investigadores también advierten que, sin reformas políticas urgentes, el problema se agravará especialmente en regiones con altos índices de crecimiento poblacional y recursos limitados. En ese sentido, regiones como África, Oriente Medio y América Latina enfrentarán desafíos aún mayores para combatir la obesidad, lo que requiere de un enfoque conjunto entre gobiernos, empresas y la sociedad civil para lograr un cambio significativo.
Los sistemas sanitarios globales están al borde de una crisis, ya que las enfermedades relacionadas con la obesidad consumen recursos y generan una presión insostenible en los servicios médicos y en las economías nacionales. Según el informe, es urgente un cambio en las políticas públicas para abordar esta problemática y evitar que las próximas generaciones enfrenten consecuencias aún más graves.
Referencias de la noticia:
Global, regional, and national prevalence of child and adolescent overweight and obesity, 1990–2021, with forecasts to 2050: a forecasting study for the Global Burden of Disease Study 2021. The Lancet, Volume 405, Issue 10481, 785 – 812. Kerr, Jessica A et al.