Cleopatra tenía razón: la ciencia moderna redescubre la leche de burra
Este elixir milenario se ganó un lugar en el mercado por ser una alternativa nutritiva y más beneficiosa que la leche de vaca.
La leche de burra gana cada vez más adeptos y pareciera haber encontrado un lugar en la demanda de lácteos, gracias a sus propiedades nutricionales y cosméticas. Se trata de un producto de amplia popularidad que ofrece oportunidades económicas para los productores rurales y al mismo tiempo responde a la demanda creciente de más productos saludables y naturales.
Desde la época de Cleopatra, quien según referencias históricas se bañaba en leche de burra para mantener su piel suave y radiante, es cada vez más valorada por sus propiedades cosméticas y nutricionales. En la antigua Roma, Plinio el Viejo, un naturalista romano, escribió sobre sus beneficios para la piel y la digestión, por eso las mujeres romanas de la nobleza la utilizaban para embellecer su piel.
La leche de burra es rica en vitaminas y minerales, contiene menos grasa que la leche de vaca y es reconocida por su alto contenido de omega-3 y omega-6, además de su perfil de proteínas de alta calidad. Uno de los aspectos más destacados de la leche de burra es su similitud con la leche materna humana ya que contiene niveles comparables de lactosa y proteínas, lo que la convierte en una alternativa potencialmente útil para bebés con alergias a la leche de vaca.
A pesar de sus beneficios, la producción de leche de burra enfrenta varios desafíos. La baja producción por animal implica que los productos derivados de esta leche son más caros que los lácteos convencionales, sumado a que la falta de conocimiento y aceptación generalizada limitan el mercado.
Proyectos en Argentina
En los últimos años, nuestro país registró un crecimiento significativo en la producción de leche de burra, posicionándose como pionera en este sector en América Latina. Los desarrollos más importantes se dan en la provincia de Córdoba, con iniciativas también en otras regiones como La Rioja, Catamarca y Jujuy.
El proyecto argentino de producción de leche de burra tiene sus raíces en investigaciones realizadas en Nueva Zelanda y en experiencias observadas en China, donde la producción de esta leche es significativa para la salud humana. La consolidación llegó gracias a subsidios del gobierno nacional, provinciales y de becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la participación de técnicos de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
En la actualidad, la producción de leche de burra local se caracteriza por un enfoque en el bienestar animal y la sostenibilidad. En Villa María, donde existe una explotación intensiva en un tambo local, las burras son ordeñadas manualmente en un proceso que tarda aproximadamente un minuto y medio por animal.
El sistema de producción es pastoril y no utiliza fitosanitarios, asegurando que la leche producida esté libre de productos químicos. Las burras se alimentan de pastos de baja calidad, lo cual es adecuado para su fisiología evolutiva. Además, la leche se pasteuriza y se congela para prolongar su vida útil, con una durabilidad de hasta seis meses.
¿Leche de burra o leche de vaca?
En la comparación con la leche de vaca, ambos productos presentan diferencias significativas en su composición nutricional y beneficios para la salud.
A continuación, se detallan algunas de las principales diferencias:
Atributos | Leche de vaca | Leche de burra |
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Proteínas y Aminoácidos | Tiene un mayor contenido de caseína, que puede ser difícil de digerir para algunas personas y es una de las principales causas de alergias alimentarias en niños | Contiene proteínas de alta calidad con un perfil de aminoácidos más similar a la leche materna humana, lo que la hace especialmente adecuada para personas con alergias a la leche de vaca (APLV). Su proteína principal es la caseína, pero en menor cantidad comparada con la leche de vaca. |
Grasas | Contiene un mayor contenido de grasas, incluyendo grasas saturadas, lo que puede ser un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares si se consume en exceso | Baja en grasas, especialmente grasas saturadas. Contiene ácidos grasos omega-3 y omega-6, beneficiosos para la salud cardiovascular. |
Vitaminas y minerales | Buena fuente de calcio y vitamina D, pero contiene menos vitamina C y algunos otros micronutrientes en comparación con la leche de burra. | Rica en vitaminas A, B2, C, D y E, y minerales como calcio, fósforo, y zinc. Su contenido en vitamina C es particularmente elevado. |
Cada consumidor debe realizar una consulta médica para resolver dudas en cuestiones alimenticias. |
La leche de vaca sigue siendo la opción más común y accesible en muchas partes del mundo, sin embargo la leche de burra ofrece una alternativa interesante con beneficios nutricionales únicos y aplicaciones terapéuticas.
Todo por hacer y un futuro muy promisorio
Uno de los mayores desafíos que tiene esta actividad se centra en la necesidad de aumentar la cantidad de burras en ordeñe para cubrir la demanda potencial. Se estima que serían necesarias al menos 20,000 burras para satisfacer la demanda de niños con APLV en el país.
Actualmente, no hay un censo exacto de burros en Argentina, pero se estima que hay alrededor de 200,000, la mayoría de los cuales viven en ecosistemas aislados fuera del control humano. Para el futuro, se están desarrollando programas de mejoramiento genético y se está trabajando en la creación de la primera raza de burras nativas lecheras de Argentina.