Comienza la temporada de tormentas
Llega la primavera y con ella, las tormentas. En esta nota te contamos los secretos de una de las manifestaciones más impresionantes de la naturaleza: rayos, truenos y relámpagos.
Hace siglos que los científicos intentan entender y comprender la naturaleza, y los rayos maravillaron - y aterrorizaron- a la humanidad desde siempre. Los Etruscos -pueblo antiguo de Italia- fueron uno de los primeros en proponer una teoría sobre la formación de los rayos. Para ellos, ocurrian por el choque entre las nubes. Esto no era del todo correcto, pero estaban un poquito encaminados. Las teorías no variaron mucho a lo largo de los siglos, y recién con Benjamín Franklin se empezó a comprender la naturaleza eléctrica del rayo.
Hoy sabemos que los rayos son fenómenos bastante complejos y consisten en una gigantesca descarga eléctrica, que no es otra cosa que el desplazamiento de cargas, de forma casi instantánea, de un lado a otro con el fin de volver a un equilibrio. La mayoría de los cuerpos tienen igual cantidad de cargas positivas y negativas, por lo que se dice que son eléctricamente neutros. Pero el roce con otros cuerpos puede hacer que, en algún sector, haya una acumulación de cargas desbalanceando la energía. A la naturaleza le gusta la neutralidad eléctrica, así que cada vez que un objeto adquiere carga, produce un traslado de electrones - de ahí el nombre de “descarga”- que las iguala para regresar al equilibrio.
En las nubes, los cristales de hielo y granizo que hay en su interior son arrastrados por el viento y chocan adquiriendo cargas positivas, que se acumulan en la parte superior, y negativas que se ubican en la base de la nube. El aire es tan mal conductor de la electricidad, que necesita que la diferencia entre las cargas sea extremadamente grande para lograr vencer esa resistencia a la descarga.
Las cargas se transportan abriéndose camino por una especie de canal conductor en el aire, que puede finalizar en otra nube o en la superficie. Todas estas cargas pasan en cuestión de milésimas de segundo y generan mucho calor, haciendo que el aire alcance los 50.000°C en segundos. Como consecuencia de este brutal calentamiento, se produce una expansión térmica del aire que genera una onda de choque explosiva en todas las direcciones. Es decir que la electricidad, literalmente, rompe el aire a su paso lo que genera el sonido que se conoce como “el trueno”.
¿Rayo o relámpago?
A veces, estos término se usan indistintamente, pero nos son lo mismo, aunque están relacionados. El "rayo" es el traslado de cargas eléctricas por el canal conductor, un proceso muy rápido que no es visible a simple vista. Pero al trasladarse las cargas, se producen una ionización del aire y emite luz, lo que se conoce como “relámpago”
Las tormentas son mucho más frecuentes de lo que crees, alrededor del mundo hay unas 44.000 tormentas diarias y caen unos 100 rayos por segundo, es decir que en este rato que estuviste leyendo sobre ellos, se produjeron aproximadamente 18.000 rayos en el planeta.