¿Cómo podría conseguir el estiércol de vaca ponernos en movimiento? ¡La respuesta te sorprenderá!
El estiércol de vaca podría convertirse en la base de un nuevo biocombustible en el futuro, al menos ese es el plan de 6 grandes empresas japonesas.
Seis empresas japonesas han anunciado que están realizando un estudio para desarrollar una nueva energía verde basada en el estiércol de vaca para propulsar sus buques de carga, lo que podría reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
¿Combustible hecho con estiércol de vaca?
El biometano es una versión de biogás producida por la fermentación de residuos orgánicos, depurados de su CO2 y otros compuestos contaminantes como el sulfuro de hidrógeno. Este gas puede utilizarse para alimentar motores, calderas y otras aplicaciones, y se considera una versión renovable y no fósil del gas natural.
El biogás utilizado para producir biometano tiene varios tipos de origen: residuos urbanos (residuos domésticos, residuos verdes, etc.), residuos industriales ricos en materia orgánica y residuos agrícolas como estiércol líquido, abono o residuos vegetales.
Basándose en este principio, recientemente se ha formado un consorcio de empresas japonesas para trabajar en la viabilidad de motores de buques de carga propulsados por biometano verde, derivado de residuos agrícolas. En otras palabras, estos industriales quieren investigar la posibilidad de utilizar estiércol de vaca para propulsar sus barcos.
La naviera Mitsui OSK Lines (MOL) está detrás de este innovador proyecto, que podría permitir no sólo a Japón, sino también a muchos otros países, avanzar considerablemente hacia el objetivo de cero emisiones netas para 2050. La idea es utilizar los excrementos de las vacas lecheras de Takanashi Milk Products, que también es miembro del grupo de trabajo, para transformarlos en biocombustible.
Un combustible potencialmente muy beneficioso para la industria
Según MOL, este combustible mucho más respetuoso con el medio ambiente, fabricado a partir de estiércol de vaca, podría añadirse lentamente a las infraestructuras existentes, lo que permitiría una transición más suave al uso de esta nueva energía verde. Además de ayudar al sector marítimo, esta técnica, si tiene éxito, ayudará a Japón a reducir sus residuos, o al menos a reciclarlos con mayor eficacia.
El uso del gas natural es cada vez más popular entre muchas empresas de todo el mundo. En los últimos años, es el gas natural licuado el que se ha ganado la aprobación de las empresas que buscan fuentes de energía menos contaminantes y, por tanto, más respetuosas con el medio ambiente.
Como su nombre indica, el gas natural licuado es un hidrocarburo producido mediante la licuefacción del gas natural extraído del subsuelo enfriándolo a -160 °C, lo que reduce su volumen y facilita su transporte a bordo de buques. Esto reduce las emisiones de CO2 entre un 25 y un 40 % en los sectores que lo utilizan.
Por tanto, el biometano parece ser el siguiente paso lógico en este primer avance hacia una energía más ecológica, y Japón no es ni mucho menos el único país interesado. En Francia, por ejemplo, CMA CGM ya ha lanzado una oferta de energía de biometano para sus buques en 2021. Este año, Titan Clean Fuels y STX Group también consiguieron suministrar 2.200 toneladas de biometano licuado a un buque en el puerto de Rotterdam, lo que demuestra el creciente interés por esta fuente de energía en rápido desarrollo.