Cómo es el nuevo telescopio para la defensa planetaria que está construyendo la NASA

El Neo Surveyor se lanzará en el 2027 y se ocupará de identificar objetos que representen una amenaza para la Tierra.

NASA, telescopio
El NEO Surveyor es del tamaño de un lavarropas y se lanzará en 2027.

La NASA anunció los avances en el desarrollo del telescopio espacial infrarrojo más avanzado de la historia: el NEO Surveyor, un instrumento de última generación diseñado específicamente para la defensa planetaria.

Este centinela espacial, del tamaño de un lavarropas, tendrá la noble misión de rastrear asteroides y cometas que podrían representar una amenaza para la Tierra.

El NEO Surveyor, cuyo lanzamiento está previsto para finales de 2027, se ubicará a un millón de millas, en una región de estabilidad gravitacional llamada punto de Lagrange L1, entre la Tierra y el Sol.

asteroides, NASA
Los objetos cercanos a la Tierra, por muy oscuros que sean, brillan intensamente en infrarrojos a medida que el Sol los calienta.

Desde esta posición privilegiada podrá observar objetos que se acercan a nuestro planeta desde la dirección del Sol, una zona hasta ahora difícil de explorar.

“NEO Surveyor está optimizado para ayudarnos a hacer una cosa específica: permitir que la humanidad encuentre los asteroides y cometas más peligrosos con suficiente antelación para que podamos hacer algo al respecto”, dijo Amy Mainzer, directora de investigación de NEO Surveyor y profesora de la Universidad de California en Los Ángeles.

“Nuestro objetivo es construir una nave espacial que pueda encontrar, rastrear y caracterizar los objetos con mayor probabilidad de chocar con la Tierra. En el proceso, aprenderemos mucho sobre sus orígenes y evolución”, agregó Mainzer.

Tecnología para ver más allá de lo visible

Equipado con detectores infrarrojos de alta sensibilidad, el telescopio podrá identificar incluso los asteroides más oscuros, aquellos que apenas reflejan la luz visible.

El corazón del NEO Surveyor es su telescopio, un complejo sistema óptico diseñado para captar la radiación infrarroja emitida por los asteroides. Al calentarse por el Sol, estos objetos celestes emiten un débil resplandor infrarrojo que es imperceptible para el ojo humano e incluso para la mayoría

Asteroides.
Los telescopios de luz visible tienen dificultades para distinguir entre objetos pequeños y muy reflectantes y objetos grandes y oscuros.

Además de detectar objetos, también podrá medir su tamaño y composición. Esta información será crucial para evaluar el potencial peligro de un asteroide y planificar cualquier misión de desviación si fuera necesario.

También medirá esos objetos, una tarea complicada para los telescopios de luz visible, que tienen dificultades para distinguir entre objetos pequeños y muy reflectantes y objetos grandes y oscuros, explica la Agencia.

El telescopio del NEO Surveyor, equipado con detectores de mercurio-cadmio-telururo, será capaz de detectar esta radiación y generar imágenes detalladas de los objetos.

“Hemos estado gestionando cuidadosamente la fabricación de los espejos del telescopio de la nave espacial" dijo Brian Monacelli, ingeniero óptico principal del proyecto. “Sus espejos fueron moldeados y pulidos a partir de aluminio sólido utilizando una máquina de torneado de diamante. Cada uno supera los requisitos de rendimiento de la misión”.

Defensa planetaria, en la agenda de las agencias espaciales

“La misión NEO Surveyor marca un gran paso para la NASA en el camino hacia el objetivo impuesto por el Congreso de los Estados Unidos de descubrir y caracterizar al menos el 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de diámetro que se encuentren a 48 millones de kilómetros de la órbita de nuestro planeta. Los objetos de este tamaño pueden causar daños regionales importantes, o algo peor, si impactan contra la Tierra”, explica la Agencia en un comunicado.

Al identificar los objetos cercanos a la Tierra con suficiente antelación, los científicos podrán desarrollar estrategias para desviar cualquier asteroide que represente una amenaza inminente.

La misión está a cargo de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, dentro de la Dirección de Misiones Científicas; la supervisión del programa está a cargo de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria, que se estableció en 2016 para gestionar los esfuerzos continuos de la agencia en materia de defensa planetaria.