Cómo hacer que cada día sea interesante: esta es la fórmula para romper la monotonía en este nuevo año
Si sentís que tu vida es aburrida, monótona y sin emoción, la psicología propone 3 pasos para que salgas de la rutina y este 2025 sea un año mucho más emocionante.
Hace calor, mucho calor. El año recién comienza y ya desde temprano el sol parece derretir las ganas de moverse. La idea de enfrentar el día se siente como un enorme desafío. Mientras esperás que lleguen tus vacaciones, lejos de ser emocionantes, cada día te parece exactamente igual. Solo escuchar el zumbido del aire o el ventilador te tienta dejarte llevar por la inercia y esperar simplemente llegar al final del día.
Si te sentís identificado con esa situación, es momento de tomar cartas en el asunto. No todo está perdido, ¿y si hubiera una forma de transformar lo ordinario en algo extraordinario? Las últimas investigaciones en psicología positiva sugieren que, con el cambio de mentalidad adecuado, incluso las jornadas más monótonas pueden llenarse de pequeñas maravillas.
Para los expertos no se trata de evitar la rutina, sino de transformarla. Según los últimos estudios, la clave para hacer cada día interesante está en desarrollar algo llamado riqueza psicológica. Este concepto, investigado por Shigehiro Oishi y su equipo, describe una forma profunda de compromiso cognitivo que va más allá de la felicidad o el sentido de vida. Es ese estado donde las experiencias desafían, estimulan y generan una variedad de emociones, haciendo que incluso las tareas más simples se vuelvan significativas.
¿Por qué buscar una vida interesante?
El valor de la riqueza psicológica radica en que nos conecta con el mundo de una manera distinta: nos invita a observar, preguntar y crear. En palabras del filósofo del equipo de Oishi, esta riqueza no solo nos hace sentir vivos, sino que añade textura a nuestra existencia. No es solo estar feliz o encontrar sentido, sino vivir cada día con una curiosidad activa.
Para cultivar esta perspectiva, hay tres herramientas esenciales: la curiosidad, la creatividad y lo que se ha bautizado como mindfulness 2.0.
Mindfulness 2.0: una mirada fresca al presente
El mindfulness tradicional propone prestar atención al presente sin juzgar, pero la versión 2.0 va un paso más allá. Se trata de observar con atención, pero también con interés, descubriendo todos esos detalles que usualmente ignoramos.
Esto puede aplicarse a cualquier situación cotidiana, por ejemplo, al momento en que preparás el mate. ¿Notaste el color brillante del agua burbujeando? ¿La forma en que las hojas de yerba se acomodan cuando las servís? Este tipo de atención no evaluativa estimula la mente y convierte lo cotidiano en una experiencia interesante.
Podés practicar este enfoque mientras caminás por la playa, el parque o incluso por tu barrio. Fijate en las sombras que proyectan los árboles, el sonido de las olas o cómo las personas disfrutan del calor. Esa conexión activa con tu entorno transforma cualquier momento en algo digno de explorar.
Curiosidad: hacé preguntas, encontrá respuestas
La curiosidad no tiene vacaciones. Este verano, dejá que las preguntas te lleven a nuevos descubrimientos. ¿Por qué el cielo es más intenso al atardecer? ¿Qué especie de ave está sobrevolando tu balcón? Incluso en una conversación casual, preguntarte sobre los intereses de alguien o sus experiencias puede abrirte una ventana inesperada a lo interesante.
Un truco para despertar la curiosidad es adoptar la mentalidad de un explorador. Observá las cosas como si las vieras por primera vez. ¿Esa plaza siempre tuvo esa fuente? ¿Desde cuándo está ese mural en la esquina? Las preguntas alimentan la mente y convierten lo rutinario en fascinante.
Creatividad: un toque nuevo a lo de siempre
La creatividad no requiere grandes obras; pequeños cambios pueden tener un impacto enorme. Probá una nueva receta de ensalada para refrescar el almuerzo, reorganizá los muebles del living o elegí una playlist distinta para acompañar el día.
Esta época del año es ideal para experimentar: animáte a plantar hierbas aromáticas en tu balcón o a improvisar un picnic en el patio. Cada acto creativo aporta novedad, y la novedad despierta emociones que mantienen la vida interesante.
Lo interesante no depende del contexto, sino de cómo decidimos vivirlo. Este verano, poné en práctica estas herramientas y convertí lo cotidiano en una oportunidad para aprender, crear y disfrutar. Después de todo, no se trata de que cada día sea perfecto, sino de que cada día tenga algo que valga la pena recordar.
Referencia de la noticia:
La vida psicológicamente rica. Psicología filosófica. Besser, LL y Oishi, S. (2020).