Confirmación del rover Perseverance: en el pasado hubo un lago en Marte
El rover marciano Perseverance lleva años explorando el planeta rojo. Ahora, los datos recogidos confirman la existencia de un antiguo lago.
Hace unos tres años comenzó la misión Mars 2020 desarrollada por la NASA. Esta se centra principalmente en el envío a Marte del vehículo explorador Perseverance, que a lo largo de su vida tendrá tres objetivos principales: estudiar la capacidad de Marte, investigar su pasado y buscar rastros de posible vida biológica.
Perseverance llegó a suelo marciano el 18 de febrero de 2021, su aterrizaje tuvo lugar en el cráter Jezero, un cráter formado por el impacto de un meteorito en la superficie de Marte con un diámetro de 47.500 metros en el lado occidental de Isidis Planitia, una llanura situada en una enorme cuenca de impacto.
Una elección cuidadosamente meditada
Fue en este cráter donde Perseverance pasó sus primeros años de vida, recorriendo casi 25 km y recogiendo nada menos que 23 muestras de suelo marciano para traerlas de vuelta a nuestro planeta.
La elección de esta zona para el aterrizaje del rover no es, evidentemente, casual. En efecto, según las reconstrucciones históricas y geológicas más acreditadas, este cráter fue antaño un gran lago de agua líquida. El agua llegaba a esta cuenca a través de un río que iba aportando sedimentos al lago, los cuales se depositaban en el fondo del cráter.
Conocemos el epílogo del lago, se secó, pero con el tiempo los sedimentos dieron lugar a algunos rasgos geológicos peculiares que aún son evidentes en la superficie del cráter.
Para analizar estos sedimentos, Perseverance realizó mediciones con el instrumento Rimfax (Radar Imager for Mars' Subsurface Experiment), un radar montado en la parte trasera del rover capaz de detectar la estructura del suelo marciano y cartografiar el subsuelo hasta una profundidad de 10 metros con una resolución de 15 a 30 centímetros. Por tanto, es capaz de proporcionarnos un perfil vertical de los primeros metros del suelo marciano.
Perseverancia recorrió entre el 10 de mayo y el 8 de diciembre de 2022 la zona de contacto entre el fondo del cráter y el delta del río que lo alimentaba, midiendo el subsuelo cada 10 centímetros.
De los datos recogidos se desprende la antigua existencia de un lago
Las mediciones de radar que realizó confirmaron la existencia en el pasado de un lago de agua. A partir de la estratificación del suelo, también fue posible reconstruir la historia de este lago. De hecho, se descubrió una secuencia de erosiones y depósitos posteriores. Además, se observó en profundidad una capa de sedimentos horizontales depositados sobre una superficie previamente erosionada y craterizada. Así pues, existe una serie de capas de sedimentos que se depositaron en esta zona en distintos intervalos de tiempo entre los que hubo fases de erosión intermedias.
Hace sólo unas semanas se publicaron los resultados de este análisis en un artículo de Science Advances.
Según los autores del trabajo, la secuencia de acontecimientos y estratificaciones se debe a dos periodos distintos de deposición de sedimentos intercalados con otros tantos de erosión impulsada por cambios a gran escala.
Obviamente, la observada cerca de la desembocadura del río también se considera válida para el resto del cráter.
Pero el trabajo de los investigadores no acaba aquí, ya que las muestras recogidas por Perseverance aún deben ser analizadas y se supone que serán traídas de vuelta a la Tierra por la misión Mars Sample Return, que, sin embargo, podría cancelarse debido a algunos recortes presupuestarios.