La contaminación aumenta el riesgo de padecer esquizofrenia
Que la contaminación repercute de forma directa en nuestra salud es un hecho ya comprobado, pero ahora nuevos estudios confirman su vinculación con otra enfermedad: la esquizofrenia.
Muy polémicas fueron hace unas semanas las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid afirmando que “en Madrid nadie había muerto por contaminación”. Discrepancias y polémica al margen, son muchos los estudios que demuestran la relación directa entre contaminación y problemas de salud. Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación aumenta el riesgo de padecer problemas respiratorios como el asma, la bronquitis o la neumonía y enfermedades crónicas como el cáncer de pulmón, además de repercutir en las enfermedades cardiovasculares.
En los últimos años han salido a la luz estudios que han relacionado la contaminación con una menor esperanza de vida o una merma en nuestras capacidades cognitivas. Ahora, otro estudio llevado a cabo en Dinamarca va más allá y ha relacionado la exposición de niños a la contaminación con el aumento de casos de esquizofrenia.
Contaminación, niños y esquizofrenia
Hasta ahora, los estudios que relacionaban contaminación y salud iban más dirigidos a los efectos sobre la salud física, pero un estudio reciente establece una relación directa entre contaminación y problemas psicológicos.
Este estudio se ha llevado a cabo combinando datos genéticos del programa danés de psiquiatría iPSYCH con datos de contaminación del aire del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Aarhus. El estudio concluye que los niños que están expuestos a altos niveles de contaminación del aire en su fase de crecimiento tienen un mayor riesgo de padecer esquizofrenia. Además, cuanto mayor es el nivel de contaminación, mayor es el riesgo de esquizofrenia. Por tanto, los niños expuestos a un nivel diario por encima de los 25 µg/m3 de media, tienen un 60% más de probabilidad de desarrollar esquizofrenia que aquellos que están expuestos a niveles inferiores a los 10 µg/m3 . Cada incremento medio diario de 10 µg/m3 aumenta la probabilidad de padecer esta enfermedad en un 20%.
Para que nos hagamos una idea, si la probabilidad que tiene una persona de padecer esquizofrenia es de un 2%, según este estudio, si estamos expuestos a los más altos niveles de contaminación esa probabilidad aumentaría al 3% mientras que, si estamos expuestos a bajos niveles, la probabilidad descendería por debajo del 2%.
Causa desconocida
De las 23.355 personas estudiadas, 3.531 padecían esquizofrenia. Aunque la relación entre contaminación y esquizofrenia es clara y la carga genética es importante en este sentido, no se puede concluir que los genes estén detrás de este aumento. Se desconocen, por tanto, las causas que por las que la contaminación incrementa los casos de esquizofrenia haciendo patente la necesidad de más estudios en esta línea.
La contaminación también aumenta el riesgo de autismo
Un estudio anterior publicado en la revista Environmental Health Perspectives, concluyó que las mujeres embarazadas expuestas a altos niveles de contaminación durante su último trimestre de gestación y el primer año de vida del niño, tenían mayor probabilidad de que sus bebés padecieran el trastorno del espectro autista (TEA), hasta el doble. Además, el riesgo es lineal, es decir, a mayor exposición, mayor riesgo.
Aunque el autismo es un trastorno con un alto componente genético, hasta veinticinco investigaciones han llegado a relacionar los niveles de contaminación durante la gestación y los primeros años de vida y el autismo.