Danakil: el peligroso lugar en la Tierra donde no podemos sobrevivir
Existe un lugar en la Tierra donde la supervivencia es casi imposible. En el desierto de Danakil, Etiopía, con un paisaje multicolor tan atrayente como peligroso, entre manantiales hiperácidos, aire tóxico y ambiente extremadamente caliente. Descubrí y observá su naturaleza extrema.
El Desierto de Danakil en África, ofrece un escenario muy hostil para los seres vivos, portador de una geografía que parece de otro planeta, nos deslumbra y al mismo tiempo nos ahuyenta. Con manantiales ardientes multicolores, formaciones de sulfuro que brotan desde la tierra, su ambiente extremadamente caliente y el aire irrespirable, todo esto se combinan para formar un verdadero infierno en la Tierra, donde prácticamente nadie puede permanecer.
Este desierto se encuentra en la depresión de Afar muy cerca del Mar Rojo, entre el noreste de Etiopía, el sur de Eritrea, y gran parte de Yibuti; es una gran llanura repleta de mares de sal y varios volcanes activos. En particular, la depresión etíope de Danakil se extiende sobre un cráter volcánico colmado de sal, con gran emanación de gases tóxicos y una actividad hidrotermal de aguas hirvientes llamado Dallol, que significa “disolución o desintegración”.
El cráter Dallol
Está ubicado en la extensión más septentrional del Gran Valle del Rift; es un cráter volcánico tipo 'maar' porque es generado por una erupción freático-magmática, una explosión producida por agua subterránea en contacto con lava caliente o magma, durante una erupción en 1926. Formado por estanques verdes y ácidos (incluso con pH<1), óxido de hierro, azufre y llanuras de sal. Algunos puntos de la árida región pueden situarse hasta 150 metros por debajo del nivel del mar, funcionando prácticamente como una caldera que atrapa el calor.
Su ambiente es típico del clima caliente del desierto, con temperatura máxima media anual de 41°C, el mes más caliente (junio) tiene un promedio de temperatura máxima de 46.7°C, y además las temperaturas superan los 34°C todos los días del año. Debido a la proximidad con el ecuador y el Mar Rojo posee una baja estacionalidad, se caracteriza por el constante calor extremo y un poco eficiente enfriamiento nocturno; además su ambiente es extremadamente seco e hiperárido.
Este cráter despide vapores tóxicos que llevan al ambiente circundante a una situación de inhabitabilidad, a excepción de unos pocos microbios que lograron adaptarse a estas condiciones tan extremas.
Vida en un infierno terrenal
Un equipo de investigadores franco-español, han tomado una importante cantidad de muestras de laboratorio en Dallol, para evaluar el plano microbiológico y genético. La microbióloga que lidera el grupo, Purificación López García, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), explicó en distintas oportunidades las conclusiones de su trabajo científico publicado: “no hay vida en los charcos salados, calientes e hiperácidos de Dallol , así como en los lagos de salmuera adyacentes ricos en magnesio”.
Pero, aclara que “lo que sí hay es una gran diversidad de arqueas halófilas, un tipo de microorganismos primitivos”. Con características propias de las primeras formas de vida que aparecieron en la Tierra, las arqueas pueden crecer en temperaturas superiores a los 100°C, sobrevivir en soluciones salinas altamente concentradas y en entornos extremadamente ácidos.
Afar, un pueblo “resistente”
Dallol tiene el récord de la temperatura máxima promedio más alta para un lugar habitado en la Tierra, pero ¿habitable?, ¿cómo puede ser esto posible con las condiciones ambientales tan extremas que detallamos? El punto es que sí, existen personas capaces de soportarlo.
El pueblo Afar, es reconocido por su capacidad para soportar el calor intenso, viven en la depresión de Danakil desde hace al menos dos mil años. Los Afar eran pastores nómadas, y los hombres de esta etnia eran bien conocidos por su ferocidad y su xenofobia hasta 1930. Algunos aseguran que lo mejor es conocer la zona del desierto de Danakil por fotografías o videos, y no solo por la complicación de su naturaleza ambiental extrema.
La principal actividad de este pueblo es la extracción de sal, aún se corta a mano en losetas y se carga en camellos para su transporte. Es habitual ver caravanas de estos animales hacia Tigray, por antiguos senderos haciendo un lento viaje.