¿Demasiado calor para vivir? Es solo el comienzo, las zonas inhabitables se triplicarán este siglo

Si el planeta sigue calentándose al ritmo actual, a finales de siglo podríamos enfrentarnos a un mundo donde grandes extensiones de tierra sean demasiado calurosas para la vida humana.

cambio climatico
La cantidad de tierra inhabitable se triplicará en 70 años

En algunas partes del mundo, salir a la calle en verano ya es una misión de alto riesgo: el aire quema y el cuerpo lucha por mantenerse fresco. Para muchos, este no es un problema lejano ni teórico. Según los científicos, si la temperatura media global aumenta apenas medio grado más, la superficie terrestre inhabitable se triplicará, alcanzando una extensión equivalente al tamaño de Estados Unidos.

Los expertos advierten que, con un aumento global de solo 2 °C, vastas regiones de la Tierra se volverán imposibles de habitar. ¿La causa? El calor extremo, ese enemigo silencioso que puede acabar con nosotros sin que nos demos cuenta. Ya hemos alcanzado un incremento de 1,5 °C, y las consecuencias se sienten en cada rincón del planeta.

"Nuestros hallazgos muestran las consecuencias potencialmente mortales si el calentamiento global alcanza los 2 °C", advierte Tom Matthews, científico del clima en el King's College de Londres.

Si no reducimos drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, el futuro se torna sombrío. Con un aumento de 4 grados, el 40 % de la superficie terrestre sería inhabitable. Y si llegamos a los 5 grados, el calor extremo pondría en riesgo la vida de toda la población, sin importar la edad.

Calor extremo: un límite fisiológico

Nuestro cuerpo tiene mecanismos para lidiar con el calor: sudamos, buscamos sombra, nos hidratamos. Pero hay un punto en el que estos mecanismos dejan de ser suficientes. Se llama "calor incompensable" y ocurre cuando el cuerpo recibe más calor del que puede disipar, lo que puede llevar a golpes de calor letales.

¿Qué significa exactamente "demasiado calor"? No se trata solo de sudar un poco más. Hablamos de calor "incompensable", ese punto en el que el cuerpo ya no puede regular su temperatura interna y que puede llevarnos a la muerte en cuestión de horas.

Actualmente, algunas regiones ya han experimentado episodios de calor extremo que ponen en jaque la capacidad de termorregulación del cuerpo humano. El Golfo Pérsico, la llanura indogangética, el sur de Estados Unidos, México y Australia han registrado eventos que superan los límites incompensables, incluso para adultos jóvenes y sanos. Con 2 °C más de calentamiento global, estas condiciones se volverán mucho más comunes y afectarán de manera desproporcionada a los adultos mayores y a los niños, quienes son especialmente vulnerables al calor extremo.

De calor extremo a calor mortal

Cuando la temperatura corporal central alcanza los 42 °C en menos de seis horas, el cuerpo deja de funcionar y el desenlace es letal. Este umbral, que los científicos definen como calor insoportable, podría volverse una realidad en varias regiones del planeta si la temperatura global aumenta 2 °C por encima de los niveles preindustriales.

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Cuando las temperaturas superan los 42 °C por 6 horas, el cuerpo deja de funcionar

Si seguimos quemando combustibles fósiles sin control y destruyendo los ecosistemas que absorben carbono, podríamos enfrentar un aumento de 4 o 5 °C, un escenario en el que el calor letal no discriminará edades y pondrá en riesgo a poblaciones enteras, especialmente en los trópicos, donde hoy vive el 40 % de la humanidad.

¿Qué podemos hacer?

El mensaje de los científicos es claro: limitar el calentamiento global es la única manera de evitar un mundo donde estar al aire libre represente un riesgo para la salud. Para lograrlo, es crucial reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, apostar por energías renovables y proteger las reservas naturales de carbono, como los bosques y los humedales.

Pero también es momento de prepararnos para lo inevitable. "A medida que más partes del planeta experimenten condiciones exteriores demasiado cálidas para nuestra fisiología, será esencial que las personas tengan acceso confiable a ambientes más frescos para protegerse del calor", advierte el climatólogo Tom Matthews, del King's College de Londres.

En otras palabras, el futuro que nos espera depende de lo que hagamos ahora. Si seguimos ignorando el problema, millones de personas verán cómo sus hogares se convierten en hornos inhabitables. Pero si actuamos con urgencia, todavía podemos evitar lo peor de estas predicciones. El tiempo, como el calor, no espera.

Referencia de la noticia:

Tom Matthews, Colin Raymond, et.al. “Mortality impacts of the most extreme heat events”, Nature Reviews Earth and Environment.