Descubren que el arte rupestre en una cueva del norte de Neuquén se transmitió a través de 100 generaciones

Una galería de arte rupestre que cubre el interior de una cueva en el norte de la provincia de Neuquén resultó ser varios milenios más antigua de lo que se pensaba y contiene cientos de dibujos que abarcan unas 100 generaciones. El hallazgo es importante para conocer la historia de los humanos sobre el norte de la Patagonia.

En su momento, los arqueólogos dataron el arte en varios miles de años. Pero un nuevo análisis, cuyo resultados han sido publicados en la revista Science Advances han revelado que algunas de las obras datan en realidad de hace 8.200 años y fueron creadas durante el Holoceno tardío, o sea hace 11.700 años hasta la actualidad. El artículo es muy reciente ya que ha sido publicado el pasado 14 de febrero. Los autores del mismo son Guadalupe Romero Villanueva, Marcela Sepúlveda, José Cárcamo-Vega, Alexander Cherkinsky, María Eugenia de Porras, y Ramiro Barberena.

Villanueva pertenece al Conicet, y entre el resto de los investigadores hay profesionales de la Universidad de Tarapaca, Universidad de Santiago de Chile, Universidad de Georgia, Universidad de Temuco, y el Instituto Argentino de Nivología. Villanueva confió a Live Science que se vieron sorprendidos por los resultados, ya que datan ese arte mucho más atrás en el tiempo de lo que esperaban. Dentro del resumen de la investigación se consigna que la comunicación visual de información, materializada en el arte rupestre, desempeñó un rol fundamental ,aunque versátil, en la historia ocupacional del sitio y la región.

Arte en la Cueva Huenul 1 se remonta a 8200 años

Los investigadores señalan que si bien la cueva Cueva Huenul 1 (CH1) fue ocupada en forma poco intensa y discontinua durante el Holoceno, su arte rupestre constituyó un factor marcatorio clave en la construcción humana del sitio y su entorno como ´lugar persistente´ dentro de la geografía social de los grupos del noroeste de Patagonia en el pasado. El laboratorio ayudó a poder datar las pinturas de la cueva.

Es que para determinar la fecha de las obras de arte los arqueólogos retiraron pequeños trozos de pigmento negro de los dibujos. Como el pigmento estaba hecho de material vegetal, los investigadores utilizaron la datación por radiocarbono para determinar la antigüedad del arte rupestre. Las obras representan seres humanos, animales y otros diseños.

Los arqueólogos lograron contar 895 pinturas únicas agrupadas en 446 motivos o segmentos. Todavía queda por delante investigar de manera terminante qué culturas crearon las espectaculares imágenes. Pero lo realmente impactante de la investigación es que se cree que el trabajo puede haber sido utilizado para transmitir información entre los ilustradores y otras comunidades, así como a las generaciones futuras. Y estamos pensando en una datación temporal equivalente a 100 generaciones atrás.

Tiempos difíciles

Ramiro Barberena, uno de los investigadores, confió a Live Science que “aunque no está claro si el arte rupestre se creó como parte de una "ceremonia o una reunión intergrupal, pensamos que formaba parte de una estrategia humana para construir redes sociales entre grupos dispersos, lo que contribuyó a que estas sociedades fueran más resistentes frente a una ecología muy desafiante". También añadió que los dibujos abarcan más o menos 3.000 años dentro de un mismo motivo y que pudo haber existido una transmisión de información a través de múltiples generaciones humanas, que habitaron la misma región y el mismo yacimiento.

Durante el Holoceno tardío, esta región de la actual Patagonia era climáticamente muy seca y calurosa. El propio Barberena agregó que "había grandes extensiones del paisaje sin agua, pero para sobrevivir como cazadores-recolectores, habrían necesitado mantenerse conectados". Todavía quedan muchos puntos por investigar, para entender completamente el valor que tenía esta cueva en particular.

Si bien esta cueva posee el arte rupestre basado en pigmentos más antiguo de Sudamérica, está lejos de ser el más antiguo del mundo. El récord mundial pertenece a un dibujo de un cerdo verrugoso de 45.500 años de antigüedad que fue garabateado en la pared de una cueva de Indonesia. En el caso de Huenul 1, los investigadores señalan que este arte rupestre diacrónico surgió como parte de una respuesta resistente al estrés ecológico por parte de poblaciones altamente móviles y de baja densidad.