Descubriendo los altocúmulos, las famosas nubes del llamado "cielo de las ovejas"
En las zonas tropicales, los altocúmulos pueden alcanzar altitudes de hasta 6.000 metros. En cambio, son más bajos en las regiones polares. Al tratarse de nubes estratificadas, tienen un espesor limitado, generalmente de unos 200 metros.
Se encuentran entre las nubes medias más extendidas y fáciles de observar, especialmente a lo largo de latitudes medias. Hablamos de altocúmulos, nubes medianas que generalmente se desarrollan entre la troposfera media y alta, entre los 4.000 y los 7.000 metros.
En las zonas tropicales, los altocúmulos también pueden alcanzar altitudes mayores, de hasta 6.000 metros. Sin embargo, son más bajos en las regiones polares. Al ser nubes estratificadas, tienen un espesor limitado, generalmente en torno a los 200 metros.
Debido a la presencia de movimientos convectivos en altitud, estas nubes suelen extenderse hacia arriba, alcanzando alturas importantes. La densidad y el espesor también son la causa de su color gris, tendiendo al blanco.
La formación de nubes altocúmulos
Su formación suele ser inducida por la llegada de aire húmedo e inestable a la troposfera media, con presencia de movimientos convectivos en altitud. La apariencia de los altocúmulos es muy variable. Pueden aparecer en el cielo en formación de bancos, dispuestos en filas o masas enrolladas, o en formación continua y extendida.
Muchas veces estas nubes representan el llamado "cielo de oveja" que se ve en las estaciones intermedias, tanto en primavera como en otoño. En este último caso las nubes parecen una bandada.
Están separados entre sí y presentan una cresta pronunciada, a menudo peinada por el paso de las ondas atmosféricas. Mirándolas desde abajo, los bordes de las nubes parecen distintos y sombreados. Excepto cuando estas nubes se fusionan en una capa continua.
La composición de los altocúmulos
Estas nubes, que se forman en la troposfera media, están compuestas predominantemente de muchas gotas de agua o agua superfundida. Cuando el vapor de agua atraviesa la nube tiende a condensarse en gotas de agua, pero cuando llega a la capa superior de la nube, es decir la expuesta al calor de los rayos del sol, se evapora y se convierte nuevamente en vapor de agua.
Por esta razón estas nubes no pueden producir precipitaciones capaces de alcanzar altitudes más bajas. En las regiones templadas suelen anunciar la llegada del buen tiempo. Mientras que, cuando se acerca un frente frío, la aparición de altocúmulos anuncia el inminente empeoramiento de las condiciones meteorológicas, con la llegada de lluvias y tormentas eléctricas.
Algunas características de estas nubes
Estas nubes absorben aire caliente y calor tanto desde abajo como desde arriba, por lo que también tienden a desarrollarse en altura, tomando la forma vaga de un cúmulo de gran altitud. Los altocúmulos se forman más fácilmente durante la noche, cuando el balance de radiación es más favorable que durante el día.
La nube absorbe el calor proveniente de la superficie terrestre, desde abajo, y el vapor de agua se condensa en gotas de agua en la parte superior sin exponerse a la luz solar y cae hacia abajo, enfriando la nube. Este proceso dinámico favorece la formación de cúmulos.
A medida que llega el día, los rayos del sol irradian y calientan la parte superior de los altocúmulos, facilitando la progresiva evaporación del vapor de agua condensado en la nube. Esto explica por qué durante las horas de luz de la mañana las nubes altocúmulos tienden a adelgazarse y dispersarse hasta desaparecer casi por completo en las horas más calurosas del día.