Descubrimiento: el increíble truco de las garrapatas para poder volar
Malas noticias para las mascotas. Sin alas para volar ni patas para dar grandes saltos, las garrapatas son capaces de aprovechar otro fenómeno físico para atravesar el aire e instalarse en un huésped ¿Cuál es?
Las garrapatas, minúsculos vampiros que a pesar de ser casi invisibles generan picazón y hasta pueden transmitir enfermedades a organismos cientos de veces más grandes que ellas. Como si esto fuera poco, hay malas noticias para perros y gatos. Parece que las garrapatas tienen un poder que nadie había notado antes… pueden volar.
Para hacerlo, la garrapata se ubica pacientemente en la hierba, con el gancho de su patita levantado, a la espera de que un perro o un gato desprevenido la rose. Cuando eso sucede, aprovecha el tiro, trepa e inyecta su aparato bucal en la piel del flamante anfitrión.
Pero un estudio publicado en Current Biology acaba de demostrar que este no es el único mecanismo que utiliza para mudarse al huésped. Sin alas para volar ni largas patas para saltar, la garrapata se las ingenia con otro fenómeno físico: la estática.
Cargas eléctricas
La estática se produce cuando dos objetos se frotan entre sí e intercambian electrones. Los electrones son partículas subatómicas que tienen carga negativa. Cuando un objeto gana electrones, se vuelve negativo; cuando un objeto pierde electrones, se vuelve positivo. La descarga, esa chispa y cosquilleo molesto, es una forma que tiene la naturaleza de disipar la energía eléctrica que se ha acumulado en los objetos.
Cuando los animales se desplazan sobre la vegetación, los roces generan una fricción que produce cargas eléctricas que pueden ser positivas -transportadas por protones- o negativas, -transportadas por electrones-.
"Si las cargas entre dos cuerpos son de polaridad opuesta, se atraen mutuamente, mientras que si tienen la misma polaridad, se repelen", explica el biólogo Sam England, autor principal del trabajo.
Para un organismo tan diminuto como una garrapata, estas fuerzas eléctricas pueden ser lo suficientemente poderosas como para levantar completamente al parásito del suelo.
“Planteamos la hipótesis de que (…) las garrapatas, son atraídas pasivamente a las superficies de sus huéspedes por fuerzas electrostáticas que actúan a través de los espacios de aire. Proponemos este mecanismo biofísico para ayudar a estos ectoparásitos a hacer contacto con sus huéspedes, aumentando su "alcance" efectivo porque, de lo contrario, son incapaces de saltar”, dice el estudio.
El experimento
Para corroborar esta hipótesis, los investigadores usaron garrapatas de ricino, de apenas 1 milímetro y las sujetaron con piezas. Luego frotaron una pata de conejo sobre una lámina de acrílico, creando cargas opuestas entre ambos materiales. A continuación, liberaron las pinzas. Las garrapatas “volaron”.
Así, England y equipo descubrieron que las garrapatas pueden lanzarse por el aire al estar expuestas a cargas eléctricas, tanto positivas como negativas, superando así su propia carga corporal. Además, que pueden hacerlo en dirección vertical.
England y sus coautores demostraron que las ninfas de garrapata de un milímetro de tamaño sostenidas con pinzas podían disparar sus cuerpos varios centímetros por el aire cuando se exponían a la electricidad estática.
Para la investigación, utilizaron garrapatas ninfa Ixodes ricinus, capturadas en su ambiente natural, cuyas hembras constituyen un importante vector de transmisión de la enfermedad de Lyme en Europa
Según sostuvieron los autores, este descubrimiento puede ayudar a desarrollar medidas de prevención. Por ejemplo, tecnologías para interrumpir la interacción eléctrica, como tratar la ropa, las mascotas o las personas con recubrimientos antiestáticos para reducir las tasas de infestación por garrapatas. En general, se abren nuevas vías de investigación para reducir el efecto de las garrapatas y las enfermedades que ellas transmiten.