¿Destino trágico para las orquídeas? Las rosas le están ganando terreno gracias a la influencia humana
Un estudio de los bosques europeos encontró que algunas plantas están desapareciendo lentamente desde hace 40 años, pero otras especies más resistentes a los cambios humanos se encuentran en auge.
El mundo podría convertirse en un lugar más monótono, si de flores hablamos. Contrario a la creencia de una disminución general de la diversidad vegetal en los bosques europeos, el reciente estudio destaca que, a nivel global, la diversidad se ha mantenido constante. Sin embargo, el análisis detallado revela extinciones más marcadas en grupos específicos, como los brezos, las leguminosas y, especialmente, las orquídeas.
Un estudio publicado en la revista New Phytologist muestra las transformaciones que sufrió la flora de los sotobosques europeos en las últimas cuatro décadas. El equipo de investigación analizó minuciosamente 2.672 parcelas a lo largo de este extenso período. Los datos incluían información sobre la abundancia y diversidad de las plantas del sotobosque. El resultado evidencia la compleja dinámica de las especies vegetales, donde algunas de ellas declinan, como las orquídeas, mientras que otras, como las rosas, ganan terreno.
La investigación también concluyó que las especies en retroceso son especies estrechamente emparentadas en el árbol evolutivo. Esto significa que estas especies comparten un ancestro común relativamente reciente. Por ejemplo, las especies de orquídeas son un grupo de plantas estrechamente emparentadas que comparten un ancestro común hace unos 100 millones de años.
Por otro lado, las nuevas incorporaciones al sotobosque europeo muestran un origen más diverso. Esto significa que estas especies provienen de diferentes grupos evolutivos.
Acción humana como principal causa
En cuanto a las causas, el estudio halló evidencias de que las actividades humanas, desde la gestión forestal y el pastoreo hasta la introducción deliberada de especies, están jugado un papel importante en estos cambios lentos y difíciles de ver.
“Aunque estas alteraciones puedan parecer discretas, influyen en la vegetación, acelerando extinciones o favoreciendo nuevas colonizaciones”, afirma Josep Padullés, primer autor del estudio e investigador del CREAF.
“Por ejemplo, practicar el manejo forestal puede cambiar el grado de cobertura arbórea, lo que puede crear un ambiente más claro o más oscuro, favoreciendo así a diferentes especies”, agrega. “Del mismo modo, la ganadería también afecta a los bosques, ya que los animales tienen preferencias por determinadas especies y pueden compactar el suelo”.
Sorprendentemente, los autores afirman que no encontraron veranos más calurosos ni exceso de nitrógeno como los principales impulsores de estos cambios. De hecho, las áreas que cambiaron hacia inviernos más suaves y mayores precipitaciones en realidad aumentaron su diversidad de plantas, subrayando la compleja interacción entre diferentes factores ambientales.
Impactos en los bosques
A medida que algunas especies se hacen más raras, otras, como ciertos tipos de palo de rosa o amaranto, que son más altas y con mayores requerimientos de nitrógeno, están proliferando en los bosques templados. Este cambio no solo sugiere una reconfiguración en la composición floral, sino también la posibilidad de alterar el funcionamiento general del bosque a medida que estas plantas se vuelven más comunes.
Josep Padullés afirma: “En este estudio podemos ver esta relación y aportar información más valiosa que la que nos daría el estudio de especies individuales. Cada familia de especies tiene su función en el ecosistema por lo que cualquier alteración puede tener importantes repercusiones en el medio ambiente”.
Referencia de la noticia:
Josep Padullés Cubino, Jonathan Lenoir, Daijiang Li, et.al. “Evaluación de pérdidas y ganancias de linajes de plantas en sotobosques de bosques templados: una perspectiva filogenética sobre el cambio climático y la deposición de nitrógeno”, New Phytologist