El ayuno intermitente puede aumentar las probabilidades de desarrollar tumores, según un estudio
Según un nuevo estudio realizado en ratones de laboratorio, el ayuno intermitente puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores, dependiendo de lo que se coma y del perfil genético.
El ayuno intermitente es una estrategia alimentaria que consiste en alternar periodos de ayuno con periodos de alimentación.
El objetivo es que el cuerpo utilice la energía almacenada quemando grasa corporal. La práctica tiene muchos adeptos alrededor del mundo, como forma de dieta para bajar de peso, pero es importante que se realice con la orientación de un médico o nutricionista, para evitar efectos nocivos.
La práctica se ha relacionado con muchos beneficios para la salud; sin embargo, un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature afirma que puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores en el intestino, dependiendo de lo que se come inmediatamente después del ayuno y de la predisposición genética del individuo.
El ayuno intermitente puede no ser tan beneficioso
El estudio fue liderado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, y es el primero en analizar los cambios en las células intestinales durante el período de ayuno y post-ayuno.
Los experimentos se llevaron a cabo con ratones, en el laboratorio, en tres períodos diferentes: cuando estaban en ayunas, cuando eran alimentados después del ayuno y durante una dieta normal sin pausas prolongadas para comer.
Cuando los investigadores activaron mutaciones genéticas en el período posterior al ayuno, los ratones tenían más probabilidades de desarrollar tumores intestinales en etapa temprana.
Identificaron que las células madre del epitelio intestinal proliferaron más intensamente durante el período de realimentación (después de 24 horas de ayuno), lo que trae beneficios, pero también riesgos para el organismo, incluida una mayor susceptibilidad a la aparición de tumores.
Renan Oliveira Corrêa, uno de los coautores del estudio, explica: “(...) al aumentar la proliferación de células madre en el intestino, dependiendo de la predisposición genética y, posiblemente, de lo que se come después del ayuno, puede haber un aumento en riesgo de desarrollar tumores sólo por ayunar”. Pero vale la pena resaltar que esto no significa que el ayuno intermitente provoque cáncer de intestino.
El estudio sugiere que, por lo tanto, no se recomendaría practicar el ayuno intermitente a personas con antecedentes familiares de cáncer de intestino.
Los investigadores también comentan qué se debe evitar comer después del ayuno. Los alimentos cancerígenos -como la carne procesada, los productos ricos en azúcar y las bebidas alcohólicas- no serían recomendables, ya que pueden influir en la aparición de mutaciones genéticas en este período tan crítico de proliferación celular.
El ayuno intermitente puede ser muy eficaz, ya que reduce el consumo de calorías. Sin embargo, Corrêa afirma: “(...) identificamos que no debe recomendarse a todos, ya que el momento de la realimentación es cuando hay gran proliferación celular y puede hacer que las células sean más susceptibles a la formación de tumores”.
Referencia de la noticia:
Imada, S. et al. Short-term post-fast refeeding enhances intestinal stemness via polyamines. Nature, v. 633, 2024.