El ciclo del agua ya no es como aprendiste en el colegio. ¡Mirá el nuevo!
Siempre hemos estudiado en el colegio el recorrido o la "vida" que recorre el agua por la Tierra: se evapora en el mar, forma las nubes, llueve y vuelve al mar mediante los ríos. Te presentamos un ciclo del agua con nuevos componentes.
La interacción entre la atmósfera y la hidrosfera da lugar a un intercambio continuo de flujos y materia. La correlación más evidente se materializa en el ciclo hidrológico, que nos cuenta cómo se mueve el agua en la tierra en diferentes estados líquido, sólido y gaseoso.
Las repasamos rápidamente:
- Evaporación: el agua en forma líquida de los ríos, mares, océanos, lagos... se transforma en estado gaseoso debido al calentamiento por la acción del Sol. Esa evaporación implica la presencia de más vapor de agua en la atmósfera.
- Condensación: fase de formación de nubosidad. El vapor de agua, al ascender en la atmósfera, se va enfriando siguiendo el gradiente térmico altitudinal, de tal modo que se transforma en pequeñas partículas y gotas de agua. En este punto se constituyen las nubes y las neblinas.
- Precipitación: la lluvia se produce cuando el agua condensada de la atmósfera precipita a la superficie terrestre en forma de gotas. En las regiones frías, esa precipitación es en forma sólida, a través de nieve o granizo.
- Infiltración: proceso por el cual el agua va penetrando en el suelo. Una parte queda en la zona más superficial y es beneficiosa para animales y plantas. Otra parte va percolando hacia niveles inferiores hasta depositarse en acuíferos.
- Escorrentía: es el desplazamiento del agua a través de la superficie gracias a la gravedad y a la inclinación del terreno. Se trata del principal agente geológico de erosión y transporte de sedimentos. Una montaña que ha sufrido incendios forestales, tendrá una escorrentía mucho mayor, y en efecto, una mayor degradación del suelo. Sin embargo, la presencia de árboles en los sistemas montañosos implica una mayor retención del terreno y mayor absorción de agua por parte de la vegetación.
Se trataba, a priori, de un ciclo totalmente natural que se ha visto claramente afectado por la presencia y actividad humana. Así pues, el servicio geológico de los EE.UU (USGS) ha sacado como novedad un diagrama del ciclo del agua totalmente renovado, donde los humanos son los protagonistas y el factor antrópico juega un papel "alterador" de estos procesos naturales.
El cambio refleja los últimos 20 años de investigaciones que descifran un papel central de la humanidad en el ciclo del agua. Cee Nell, especialista en visualización de datos del USGS y artífice del diagrama, cuenta que "tenemos que cambiar cómo pensamos para ser capaces de vivir y usar el agua de una forma sostenible en el futuro".
Además de los procesos naturales como la evaporación de los océanos, precipitaciones sobre la tierra y la escorrentía, el nuevo diagrama contiene pastoreo, escorrentía urbana, uso doméstico e industrial del agua y otras actividades humanas. También cabe destacar la alteración de los ríos al hacer rectos sus canales, la creación de presas y embalses, la artificialización de los cursos fluviales mediante desvíos o la construcción de canalizaciones nuevas.
Una de las formas más significativas en las que se usa agua en los Estados Unidos es en las plantas termoeléctricas, donde el agua de ríos es usada para enfriar, dijo Nell. El agua luego regresa al río, lo que a veces puede afectar la calidad de la misma.
Los distintos usos del agua
El gráfico expresa de una forma muy clara y evidente que el ciclo hidrológico incluye los usos humanos y antrópicos del agua: el uso consuntivo, agrícola, industrial, etc...
La existencia del uso consuntivo implica una gestión del agua por parte de administraciones públicas y/o empresas privadas que deben crear toda una red de infraestructuras para sanear, depurar y potabilizar el agua.
Por otro lado, los usos agrícolas e industriales también implican la construcción de canales de regadío, tuberías o canalizaciones de abastecimiento para empresas y sobre todo, depuradoras que garanticen la buena calidad ambiental del cauce de los ríos.