El colapso de la era de hielo fue dramático: la Tierra pasó rápidamente de ser una bola de nieve a un planeta pantanoso

Una serie de eventos en cadena, marcaron el final de la última era de hielo global: la Tierra, congelada en las profundidades, se derritió hasta convertirse en un enorme pantano.

Tsunami inverso
Un violento proceso de calentamiento global, terminó con la "Tierra bola de nieve" y generó el derretimiento de gigantes capas de hielo que cubrían las regiones tropicales.

La hipótesis de que la superficie del océano estuvo congelada durante varios millones de años durante una edad de hielo global es conocida como la “Tierra bola de nieve”. Cuando se derritieron las gigantes capas de hielo que alguna vez cubrieron las regiones tropicales, hace unos 635 millones de años, se desarrolló un océano de fango, con agua de deshielo flotando sobre capas de agua de mar hipersalina más densa, que envejeció durante la glaciación.

Este proceso fue -en tiempos geológicos- extremadamente rápido, y produjo lo que los paleoclimatólogos llaman un “planeta fangoso”, del cual ahora y por primera vez, tenemos evidencia geoquímica directa, cuando aumentaron sobremanera los niveles de dióxido de carbono, forzando a la “Tierra bola de nieve” a entrar en un período de fusión rápido y masivo.

Entendiendo la última edad de hielo global

Para el público en general, las referencias a la última “era de hielo”, se relacionan con el evento que finalizó hace unos 12.000 años, y que sirvió de argumento de la primera película “La era de hielo” de 2002.

Sin embargo, cuando se habla de una edad de hielo global, los científicos se refieren a una serie de eventos ocurridos entre hace 635 y 650 millones de años, período en que la Tierra atravesó una intensa edad de hielo global conocida como “Tierra bola de nieve”.

Hay todavía debate en cuanto a cómo sobrevivió la vida en una época en la que los glaciares eran espesos incluso en el ecuador: en su mayoría eran organismos microscópicos que vivían en los océanos congelados. Estas pequeñas formas de vida tenían que sobrevivir bajo el hielo, por donde todavía podía filtrarse algo de luz solar.

edad de hielo
De esta manera, muy probablemente luciría nuestro planeta en la última edad de hielo global, visto desde el espacio: como una gigantesca bola de nieve.

La actividad volcánica continuó debajo de la superficie helada, liberando dióxido de carbono a la atmósfera durante decenas de miles de años. La “Tierra bola de nieve” se retroalimentaba, con el hielo en expansión que reflejaba la luz solar hacia el espacio y mantenía el planeta frío. Pero al bloquear la exposición de las rocas al agua, el hielo también evitó la proceso que captura el dióxido de carbono de la atmósfera. Entonces, tanto CO2 acumulado, finalmente calentó el planeta lo suficiente como para comenzar a derretir el hielo, y fue allí cuando aparecieron los primeros animales.

Canción de hielo y fuego

Un estudio dirigido por el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, más conocido como Virginia Tech, proporcionó la primera evidencia geoquímica directa del “planeta fangoso”, cuando los altísimos niveles de dióxido de carbono forzaron a la tierra congelada a un proceso de fusión rápido y masivo.

Nuestros resultados tienen implicaciones importantes para comprender cómo cambiaron el clima de la Tierra y la química de los océanos después de las condiciones extremas de la última edad de hielo global”, señaló Tian Gan, el autor principal del estudio y ex investigador postdoctoral de Virginia Tech.

fango y hielo
Cuando la atmósfera terrestre comenzó a experimentar un aumento en las temperaturas, se derritieron los hielos y la Tierra se cubrió de fango, y se restableció el ciclo del agua.

Una cuarta parte del océano quedó congelada debido a niveles extremadamente bajos de dióxido de carbono, y cuando la superficie del océano se selló, se desató una serie de reacciones en cadena:

  • Se frenó el ciclo del agua, ya que no había evaporación y muy poca lluvia o nieve.
  • Sin el ciclo del agua, se registró la desaceleración masiva de un proceso llamado meteorización química, donde las rocas se erosionan y desintegran, capturando dióxido de carbono.
  • Sin meteorización ni erosión, el dióxido de carbono comenzó a acumularse en la atmósfera y a acrecentar el efecto invernadero, aumentando la temperatura del aire.

Era sólo cuestión de tiempo hasta que los niveles de dióxido de carbono fueran lo suficientemente altos como para romper el patrón de hielo”, explicó el geólogo Shuhai Xiao, coautor del estudio. “Cuando terminó, probablemente terminó catastróficamente”, afirmó

Un violento cambio climático

Al acumularse el calor, los casquetes polares comenzaron a retroceder y el clima de la Tierra cambió furiosamente, y su superficie se transformó en una ciénaga.

En tan solo 10 millones de años, las temperaturas medias globales oscilaron entre -45 °C y 48 °C.

Pero los resultados de la investigación demuestran que el hielo no se derritió ni se mezcló con el agua de mar al mismo tiempo; sino que vastos ríos de agua glacial que corren como un tsunami inverso desde la tierra hacia el mar, creando un océano en capas con agua dulce, menos salada en la parte superior y más densa, agua más salada abajo.

agua dulce y salada
Esta imagen muestra el contraste entre el agua dulce que se derrite en Groenlandia y el agua salada del mar: no se mezclan. Algo similar sucedió al finalizar la era de hielo global, pero en una escala inimaginablemente mayor.

Para probar este escenario, los investigadores analizaron un tipo de roca llamada roca carbonatada, que se formó durante esta fase de fusión. Al examinar los isótopos de litio en estas rocas, descubrieron que las firmas de agua dulce eran más abundantes en las rocas cercanas a la costa que en las formadas en alta mar, lo que respalda la idea de un derretimiento glacial masivo que fluyó hacia los océanos.

Esta investigación proporciona herramientas que no sólo revelan la notable historia climática de la Tierra, sino que también arrojan luz sobre las formas en que la vida puede adaptarse y sobrevivir a través de cambios drásticos, ofreciendo pistas valiosas sobre la resiliencia de la vida en esta época de cambios en el clima.

Referencia de la noticia:

Lithium isotope evidence for a plumeworld ocean in the aftermath of the Marinoan snowball Earth