El cono de pronóstico de huracanes se hace más pequeño: ¿qué significa esto?

En 2025, la precisión de los pronósticos de huracanes mejorará y el cono se reducirá, pero esto no significa que se debe bajar la guardia. Los expertos del NHC nos explican por qué.

cono, hracan
Pronóstico de la trayectoria del huracán Milton

Cada año, cuando se acerca la temporada de huracanes, una imagen familiar aparece en las pantallas de televisión y de nuestros teléfonos: el clásico cono de pronóstico. Este gráfico, utilizado por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) para predecir la trayectoria de los ciclones tropicales, está a punto de cambiar.

En 2025, las nuevas actualizaciones harán que el cono sea más pequeño, y no es solo un ajuste estético: es una señal de que los pronósticos de huracanes están mejorando. Pero, ¿qué implica esto para quienes viven en zonas propensas a huracanes?

¿Qué es el cono de pronóstico y por qué importa?

El cono de pronóstico es una herramienta visual que representa la trayectoria probable de un huracán o tormenta tropical. Se compone de una serie de círculos que muestran dónde podría estar el centro de la tormenta en diferentes momentos: 24, 48, 72 horas y más. Cuanto más lejos en el tiempo, más amplio es el cono, lo que refleja la incertidumbre en las predicciones.

Desde su debut en 2002, el cono se convirtió en un símbolo de la temporada de huracanes. Sin embargo, no es perfecto. Aunque el centro de la tormenta suele permanecer dentro del cono dos tercios de las veces, el tercio restante puede desviarse. Como dijo un meteorólogo: "El cono es como una guía, no una garantía".

"Los registros de los pronósticos de huracanes de los últimos 5 años indican que, en promedio, la trayectoria real de un ciclón tropical se mantuvo dentro del cono de incertidumbre en un 60-70 % de los casos”, explica el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU..

Este año se estrena un cono más preciso

Con la mejora de los modelos de predicción y el análisis de datos, el NHC anunció que el cono se reducirá entre un 3 % y un 5 % en la cuenca del Atlántico y hasta un 10 % en el Pacífico oriental. La mayor reducción ocurrirá en el pronóstico a 96 horas, con una disminución del 6 % en su tamaño. Pero, ¿por qué esto es importante? En pocas palabras, reduce la zona de incertidumbre.

Los especialistas advierten sobre los peligros de obsesionarse con este cono y crear una falsa percepción de la seguridad. Esta reducción refleja un avance en la capacidad de anticipar el comportamiento de los ciclones, pero no significa que los huracanes vayan a seguir estrictamente esa trayectoria.

Aunque la precisión en los pronósticos mejora, los huracanes siguen teniendo un margen de incertidumbre. Solo en dos de cada tres casos la trayectoria real de la tormenta permanece dentro del cono, lo que significa que zonas fuera de esta proyección aún pueden estar en riesgo. La reducción del cono ayuda a los meteorólogos a comunicar mejor la amenaza, pero también puede generar una falsa sensación de seguridad en quienes quedan fuera de él.

Los peligros no terminan en el cono

Uno de los mayores desafíos de este modelo es su interpretación por parte del público. Muchas personas asumen que el cono representa toda la zona de impacto de un huracán, cuando en realidad solo indica la probable trayectoria del centro de la tormenta. Fenómenos como marejadas ciclónicas, lluvias torrenciales e inundaciones pueden afectar áreas muy alejadas del centro del huracán.

Un ejemplo clásico es el huracán Charley en 2004. Aunque el centro de la tormenta siguió el cono, un pequeño cambio en su trayectoria hizo que golpeara una zona diferente de Florida y tomó por sorpresa a muchos residentes. Lo mismo ocurrió con el huracán Ian en 2022, donde una ligera desviación tuvo consecuencias devastadoras.

Además, existe el riesgo del llamado "efecto grito de lobo", un fenómeno que proviene de la fábula "El pastorcito mentiroso", atribuida a Esopo. La historia enseña que las falsas alarmas repetidas pueden llevar a la indiferencia ante peligros reales. En el contexto de los huracanes, esto ocurre cuando un área queda repetidamente dentro del cono sin sufrir daños importantes. Con el tiempo, los residentes pueden volverse complacientes y subestimar futuras amenazas, lo que pone en riesgo su seguridad.

Más herramientas para una mejor preparación

Para contrarrestar estas percepciones erróneas, el NHC está implementado nuevas estrategias. En 2024, introdujo un producto experimental con alertas y advertencias continentales, que se mantendrá en 2025. Además, se dará mayor énfasis a los riesgos de corrientes de resaca y se emitirán alertas tempranas de ciclones tropicales para mejorar la preparación de las comunidades.

El inicio de la temporada de huracanes el 1 de junio traerá cambios en la manera en que se informa sobre estas tormentas. Aunque los pronósticos sean cada vez más precisos, los expertos insisten en que el público debe mantenerse alerta y preparado ante cualquier situación. Porque, aunque el cono se haga más pequeño, el peligro no lo es.