El polen como generador de nubes: ¿cómo afecta al cambio climático?
Revelan que los granos de polen liberados por el raigrás y la ambrosía contribuyen a la formación de nubes, lo que puede agravar el calentamiento global.
Aunque el polen es sinónimo de mucosidad y polinización de las plantas, también se sabe que contribuye a la formación de nubes.
Como ya se ha señalado, los granos de polen y sus partículas (o subpartículas de polen, SPP) pueden constituir la base para la formación de nubes de hielo o cirros, que contienen agua cristalizada.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas A&M, que incluye a Brianna Matthews, Alyssa Alsante y Sarah Brooks, investigó el efecto de los cambios de humedad en la liberación de polen y SPP del raigrás (Lolium sp.) y la ambrosía (Ambrosia trifida). El grupo también estudió cómo estas partículas ayudan a la formación de nubes. Los hallazgos del estudio se publicaron en la Sociedad Química Estadounidense de Química de la Tierra y el Espacio.
¿Contribuye el polen al cambio climático?
El cambio climático, impulsado por la actividad humana, está fomentando el aumento de las temperaturas medias mundiales, lo que se sabe que prolonga los periodos de liberación del polen. Al entrar en contacto con la humedad del aire, los granos de polen pueden romperse en SPPs extremadamente pequeños, de menos de una micra.
Tanto los granos como los SPP pueden acumularse e inducir la nucleación de hielo o la formación de hielo en la atmósfera. Esto da como resultado la formación de numerosas nubes que retienen o conservan su depósito de agua. Si bien esta retención de agua puede ser beneficiosa al reflejar la salida de la radiación solar de retorno al espacio (y así enfriar la Tierra), también puede atrapar y volver a emitir el calor que emana de la superficie terrestre.
Este fenómeno forma parte de un mecanismo de retroalimentación positiva conocido como retroalimentación de efecto invernadero de las nubes, que agrava el calentamiento global.
Análisis de polen y generación de modelos climáticos
Para comprender el efecto de la humedad y el viento en el polen, los investigadores recogieron muestras de raigrás y ambrosía y las sometieron a distintos niveles de humedad del aire y a breves ráfagas de aire en una cámara de polen bien equipada. Esta simulación pretendía imitar las condiciones del mundo real.
El equipo examinó el número de SPP de cada grano de polen y su capacidad de nucleación del hielo. Sorprendentemente, los SPP estimados para estas plantas eran muy inferiores a lo que revelaban experimentos anteriores; de hecho, las mediciones eran entre 10 y 100 veces superiores. La diferencia en los resultados experimentales podría atribuirse al uso previo de métodos menos precisos para esparcir el polen y producir SPPs.
Los investigadores descubrieron que los granos de polen enteros y no las SPP eran más eficaces para promover la formación de nubes. Estos parámetros actualizados y las cantidades de granos de polen y partículas emitidas podrían mejorar la precisión de los modelos climáticos.