Antártida: revelan el truco de los pingüinos para dormir y vigilar su nido al mismo tiempo

Científicos observaron la estrategia del pingüino barbijo para dormir miles de microsiestas por día y así poder cuidar sus nidos.

Pinguinos
Los científicos midieron la actividad cerebral de los pingüinos barbijo, en Antártida.

Al momento de implementar estrategias de supervivencia, hay especies que sorprenden con trucos dignos de un ilusionista. Una de ellas es el pingüino barbijo, que se las ingenia para dormir y al mismo tiempo vigilar el nido con sus huevos.

Así lo revela un nuevo estudio, encabezado por Paul-Antoine Libourel, del Centro de Investigación en Neurociencia de Lyon, Francia, que se publicó en la revista Science.

Los científicos monitorearon la actividad física y cerebral de 14 pingüinos que incubaban huevos en una colonia en la Isla Rey Jorge, en Antártida.

El lugar estaba al acecho de un ave depredadora, la skúa parda, cuyo alimento principal son los huevos de pingüino. Por eso, mientras uno de los padres salía en busca de alimentos, el otro debía quedarse cuidando el nido durante horas.

Utilizando encefalogramas remotos y sensores no invasivos, el equipo de Libourel midió la actividad cerebral de ambos hemisferios de los pingüinos, la actividad de los músculos del cuello (con electromiograma), los movimientos corporales, la postura y la ubicación.

Así lograron identificar sus particulares patrones de sueño mientras hacían “vida normal”: deambulaban por el hielo y cuidaban de sus nidos.

Siestas en cómodas cuotas

Según informan en el estudio, estos pingüinos logran dormir en múltiples lapsos a lo largo del día: nada menos que unas 10 mil microsiestas diarias de apenas 4 segundos cada una, que en total suman 11 horas de sueño diarias.

Los pingüinos se quedaron dormidos más de 10.000 veces al día, durante sólo unos 4 segundos cada vez, pero aún así lograron acumular cerca de 11 horas de sueño. Su éxito reproductivo sugiere que esta estrategia les permite dormir lo que necesitan, dice el artículo.

Además, en un subconjunto de aves se obtuvieron grabaciones de vídeo en el nido para registrar el comportamiento del sueño. En estas grabaciones se observaron episodios de sueño con movimientos oculares rápidos (REM), caracterizados por actividad similar a la vigilia, cierre de los ojos y caída de la cabeza.

El pingüino barbijo duerme por segundos mientras cuida a sus crías.

“Las observaciones directas y la acelerometría revelan que las aves permanecieron tumbadas (incubando) durante horas mientras estaban en el nido. El sueño se produjo estando de pie o acostado”, dice el estudio.

Los expertos sugieren que esta estrategia de sueño podría tener ventajas evolutivas, especialmente durante la época de cría. Mientras uno de los padres se embarca en largos períodos de alimentación, el otro debe vigilar constantemente el nido y protegerlo de potenciales depredadores o intrusos.

Este hallazgo no tiene precedentes, ni siquiera entre otros pingüinos. El pingüino emperador en cautiverio y no reproductor también exhibe períodos de alternancia frecuente entre vigilia y microsueños. Sin embargo, se encontró que sólo pasa el 14% del tiempo en estado de somnolencia.

Así, la capacidad de mantenerse en alerta con 'microsiestas' podría representar una solución eficaz para cumplir con las demandas de la paternidad y la supervivencia. Sin embargo, este patrón plantea interrogantes sobre si estas brevísimas siestas son realmente tan reparadoras como los periodos de sueño continuo observados en otras criaturas.

La investigación fue financiada por el Centro Nacional Francés de Investigación Científica (P.-AL), el Instituto Coreano de Investigación Polar (WYL y HC) y la Sociedad Max Planck (NCR).

Referencias de la noticia:

PENSILVANIA. Libourel et al. ,Los pingüinos de barbijo que anidan acumulan grandes cantidades de sueño a través de microsueños de segundos de duración. Ciencia 382, 1026-1031 (2023). DOI: 10.1126/ciencia.adh0771