Encuentran que la forma de nuestra nariz se hereda de los neandertales
Según los investigadores, la forma de nuestra nariz se debe a que los antiguos humanos se adaptaron a climas más fríos tras emigrar de África.
Investigadores afirman que la forma de nuestra nariz se debe a que los antiguos humanos se adaptaron a climas más fríos tras emigrar de África.
El descubrimiento, que se produce a través de un nuevo estudio publicado en Communications Biology, sugiere que somos portadores de un gen específico como resultado de la selección natural que se asocia a una nariz más alta.
La investigación, dirigida por investigadores del University College de Londres (UCL) y en la que participaron más de 6.000 voluntarios de toda América Latina, examinó a individuos con ascendencia mixta europea, nativa americana y africana.
Los participantes formaban parte del estudio más amplio CANDELA, que reclutó a individuos de Brasil, Colombia, Chile, México y Perú. Los investigadores analizaron la información genética de los participantes y la compararon con fotografías de sus rostros, centrándose en rasgos faciales como la distancia entre diversos puntos de sus rostros, incluida la punta de la nariz y el borde de los labios. Este análisis pretendía identificar asociaciones entre distintos marcadores genéticos y rasgos faciales.
El primer autor del estudio, el Dr. Qing Li, declaró: "como la nariz nos ayuda a regular la temperatura y la humedad del aire que respiramos, es posible que las diferentes formas de nariz se adapten mejor a los distintos climas en los que vivían nuestros antepasados".
Seleccion natural
El estudio identificó 33 regiones del genoma vinculadas a la forma de la cara, 26 de las cuales se replicaron con éxito al comparar los datos con otras etnias de participantes en el este de Asia, Europa o África. Entre estas regiones, se destacó un gen en particular, llamado ATF3.
Los investigadores descubrieron que los individuos con ascendencia nativa americana, así como aquellos con ascendencia del este asiático de una cohorte separada, exhibieron material genético en el gen ATF3 heredado de los neandertales. Este material genético contribuyó a una mayor altura nasal.
También encontraron evidencia de selección natural en esta región genética, lo que sugiere que poseer el material genético proporciona una ventaja a los individuos.
El coautor de la investigación, el Dr. Kaustubh Adhikari, dijo: “en los últimos 15 años, desde que se secuenció el genoma neandertal, hemos podido aprender que nuestros propios ancestros aparentemente se cruzaron con los neandertales, dejándonos con pequeños fragmentos de su ADN .
“Aquí, encontramos que algo de ADN heredado de los neandertales influye en la forma de nuestras caras. Esto podría haber sido útil para nuestros antepasados, ya que se ha transmitido durante miles de generaciones”.
Los hallazgos suponen el segundo descubrimiento de ADN humano arcaico, distinto del Homo sapiens, que influye en las características faciales. En un estudio anterior de 2021, el mismo equipo de investigación identificó un gen relacionado con la forma de los labios heredado de los antiguos denisovanos.
Al arrojar luz sobre los factores genéticos que influyen en los rasgos faciales, la investigación mejora nuestra comprensión de la evolución humana y la adaptación a distintos entornos.
La universidad también cree que los hallazgos contribuyen a una comprensión más amplia de la compleja interacción entre la genética, las antiguas migraciones humanas y el desarrollo de rasgos faciales distintivos entre las poblaciones modernas.