Los fenómenos de tiempo meteorológico extremo son cada vez más frecuentes según un informe de la OMM

Si bien los fenómenos meteorológicos extremos siempre existieron, en las últimas décadas se ha observado un incremento en su ocurrencia. Desde olas de calor más intensas, hacia sequías como tormentas severas, hoy todo el planeta está bajo tensión con un clima que muestra signos de cambios muy veloces.

Fenómenos extremos
Los fenómenos extremos muestran ser más recurrentes en las últimas décadas de acuerdo a lo que muestran los datos de los países que integran la Organización Meteorológica Mundial.

Un fenómeno meteorológico extremo es raro en un lugar y época del año concretos y tiene características inusuales en términos de magnitud, ubicación, momento o extensión. Las características de lo que se llama clima extremo pueden variar de un lugar a otro en un sentido absoluto. Esta es la definición que la propia Organización Meteorológica Mundial (OMM) da a los fenómenos meteorológicos que son excepcionales tanto en intensidad, como en duración o las circunstancias en las que se producen.

Los impactos adversos de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos se ven amplificados por su mayor intensidad, duración y extensión espacial. Los fenómenos extremos secuenciales pueden agravar los impactos crecientes por encima de lo que normalmente se esperaría de un fenómeno meteorológico extremo aislado.


Estas características pueden variar de un lugar a otro porque en cierta forma se definen en función de las condiciones promedio de cada sitio
. Lluvias que en algunos lugares pueden resultar extremas, para otros son normales o incluso por debajo de sus promedios. Lo mismo ocurre con otras variables como la temperatura.

Ejemplos de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos incluyen, entre otros, olas de calor, olas de frío, fuertes precipitaciones, sequías, tornados y ciclones tropicales. El cambio climático inducido por el hombre, más allá de la variabilidad climática natural, está generando eventos extremos más frecuentes e intensos, y ha causado impactos adversos generalizados y pérdidas y daños relacionados a la naturaleza y las personas. Un dato concreto: las olas de calor extremas de 2003 y 2010 representaron el 80 % de las muertes relacionadas con el clima en Europa entre 1970 y 2019.

Variabilidad climática más fenómenos extremos

La variabilidad climática natural, a lo que se incluye el fenómeno de El Niño, puede dar lugar a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Pero el cambio climático está provocando cambios en la frecuencia, intensidad, extensión espacial, duración y calendario de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. A veces estos impactos pueden no tener precedentes.

Un buen ejemplo es la actual ola de calor en India, que ha marcado una temperatura de 52,9 ºC en Nueva Delhi, lo que representa un valor 9 ºC por encima de lo esperado, y casi 2 ºC por sobre valores extremos anteriores. India es un país con valores extremos de temperaturas en las temporadas pre-monzónicas, pero en los últimos años las olas de calor resultan más extremas e intensas, y los récords se superan una y otra vez.

Tal como lo señaló en varias oportunidades el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), el cambio climático ya está afectando a todas las regiones habitadas del mundo, y la influencia humana contribuye a muchos cambios observados en el tiempo y los extremos climáticos. Por ejemplo, a medida que el aire se calienta, puede contener más vapor de agua (alrededor del 7 % por cada 1 °C de calentamiento), lo que aumenta la intensidad de las lluvias extremas.

Más frecuentemente se supera la barrera de los 50 ºC

Los fenómenos meteorológicos más frecuentes e intensos, como olas de calor y precipitaciones intensas, provocan mayores impactos en las poblaciones más vulnerables. Además, es probable que la influencia humana haya aumentado la posibilidad de que se produzcan fenómenos extremos compuestos desde la década de 1950, incluidos aumentos en la frecuencia de olas de calor y sequías simultáneas.

Estadísticamente, el número de desastres se ha multiplicado por cinco en los últimos 50 años, impulsado por el cambio climático, y condiciones climáticas más extremas. La mejora de las alertas tempranas y la gestión de desastres ha reducido el número de muertes casi al triple. Lo cierto es que las temperatura superiores a los 40 °C, e incluso por encima de los 50 °C son cada vez más frecuentes en todo el mundo.

Para buscar mejores estrategias útiles para minimizar los efectos de los fenómenos extremos son necesarios los datos. La OMM trabaja con los paises miembros y sus Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales para recopilar y compartir observaciones meteorológicas oficiales, pronósticos meteorológicos e información climatológica. Estos datos e información pueden ayudar a fundamentar los sistemas de alerta temprana para que las personas puedan tomar medidas para mitigar los desastres antes de que ocurran.

Referencias de la noticia:
Organización Meteorológica Mundial (OMM)
Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC)