Incendios en el delta: el humo de las quemas aumentó el número de infartos en Rosario, indica un estudio

Anualmente, la contaminación ambiental produce unos 7 millones de muertes prematuras cada año. En Rosario, el vínculo del humo con el incremento del número de infartos quedó demostrado por investigadores argentinos.

Humo Rosario
"Aspirar el humo es como estar fumando las 24 horas", afirmó la ministra de Salud de Santa Fe cuando el humo, proveniente de las quemas de pastizales sobre el Delta del Paraná en 2022, invadió Rosario.

Un equipo de investigadores del Hospital Italiano de Buenos Aires, el Instituto Cardiovascular de Rosario, el Hospital Centenario de Rosario, de la Dirección de Epidemiología de Santa Fe y de la Sociedad Argentina de Medicina, investigaron sobre si los incendios forestales registrados durante 2021-2022 -años La Niña- en los departamentos del delta del río Paraná que rodean a la ciudad de Rosario, aumentaron las concentraciones de partículas de contaminación respirables en esa localidad, y si este aumento elevó posteriormente el riesgo de infarto de miocardio.

Numerosos estudios vinculan el humo de los incendios forestales o de pastizales con afectaciones a la salud, que dependerán de muchos y variados factores. Los gases y muchas de las partículas de humo generadas por estos incendios, son respirables y por su tamaño pueden ingresar al sistema circulatorio e incluso al cerebro.

Contaminación del aire

La actividad humana es la principal fuente de la contaminación atmosférica, que consiste en la presencia en la atmósfera de sustancias en una cantidad que implique molestias o riesgo para la salud de las personas y de los demás seres vivos. Si bien su origen puede ser variado, también puedan atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables

Contaminación en Asia
Conductores de motos y scooters, conducen con máscara protectora de la contaminación atmosférica en Asia, una de las regiones más castigadas por la polución.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica es un enemigo invisible que es la causa del:

25 % de muertes por cardiopatías

34 % de muertes por accidentes cerebrovasculares

36 % de muertes por cáncer de pulmón

Y es que el desarrollo de la producción, el avance de los medios de transporte y la quema de combustibles fósiles a partir de la Revolución Industrial, ha disparado los niveles de dióxido de carbono y otros gases contaminantes en la atmósfera, siendo la causa del calentamiento global y haciendo de la contaminación en el aire, un problema ambiental mundial.

El humo de los incendios y la salud de los rosarinos

El trabajo, publicado en la International Journal of Environmental Health Research, comparó datos de afectaciones a la salud de instituciones públicas y privadas de salud en Rosario, los cruzó con los de los días con y sin humo proveniente de las quemas en las islas durante 2021 y 2022. Y los resultados no dejaron lugar a dudas: en los días de quemas, se observó un aumento en los casos de infarto de miocardio.

Corazón latido
Los días de contaminación ambiental excesiva por PM 2.5, era notorio el aumento de internaciones por infartos en Rosario.

La investigación tenía dos objetivos principales: analizar cómo aumentaba la cantidad de material particulado en el aire los días de quema, y si esto incidía en la cantidad de infartos registrada en la ciudad.

El análisis estableció que la cantidad de material particulado en Rosario, triplicaba a las concentraciones máximas determinadas por la OMS. Y efectivamente el efecto nocivo sobre la salud el triple estaba tres veces por encima de lo recomendado. Y “este aumento se asoció con un mayor riesgo de ingresos hospitalarios por infartos de miocardio”, según se destaca como una de las conclusiones en el estudio.

Material particulado PM 2.5

En el aire de las ciudades se encuentran sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín, metales y otras partículas sólidas o líquidas, que se encuentran en suspensión aerodinámica que proceden fundamentalmente de la actividad humana, y cuyo diámetro es de menos de 2.5 micras (una micra es la milésima parte de un milímetro). A eso lo denominamos material particulado 2.5 o PM 2.5 (por sus siglas en inglés, particulate matter). Pueden provenir de todas las clases de combustión (automóviles, camiones, fábricas, calefacción hogareña, quemas de madera, quemas agrícolas y otras actividades. También la erosión de los suelos suele generar PM 2.5, y en todos los casos se les considera un contaminante atmosférico por sus efectos nocivos sobre la salud.

PM 2.5
Las mascarillas son un método efectivo para minimizar el riesgo de que el material particulado PM 2.5 entre a nuestro organismo.

Debido a su tamaño (sólo pueden verse con un microscopio electrónico), pueden ser respiradas, y al hacerlo producen inflamación, resultando en daños de las arterias, o se pueden obstruir, conduciendo a infartos o accidentes cerebro vasculares. Pero una de las peores consecuencias es que el PM 2.5 puede modificar las estructuras genéticas, y eso puede afectar a las futuras generaciones.

El trabajo destaca que si bien, todos los pacientes afectados padecían patologías tradicionales (tabaquismo, diabetes, obesidad, hipertensión arterial y colesterol elevado), los infartos se producían cuando los niveles de contaminación ambiental fueron elevados, mientras que en los días de no quema, no hubo aumentos en los hospitalizados.

Monumento a la bandera
La ciudad de Rosario atravesada por la presencia de un denso manto de humo producto de la quema de pastizales en las islas del delta en 2022..

Los incendios en el Delta del Paraná, no solo dañan el ecosistema de los humedales: también tienen graves consecuencias para la salud de la población. “El humo de las quemas impacta directamente en la salud cardiovascular”, advierten los investigadores.

Referencia de la noticia:

Ivan A, H., Mariana, V., Roberto, P., Pascual, V., Javier, P., Matias, M., … Horacio, R. (2024). Impact of wildfires and PM2.5 on ST-elevation acute coronary syndrome in Rosario City: a case-crossover study. International Journal of Environmental Health Research, 1–10.