Influencia de los microplásticos en los ciclos de fusión de la nieve
Las partículas de polímeros están invadiendo cada uno de los hábitats de nuestro planeta y, derivado de su degradación, se están contaminando nuestros entornos ambientales.
Los microplásticos han llegado a lugares recónditos como acantilados remotos e incluso profundas fosas oceánicas. Investigaciones recientes han descubierto que otra área distante de nuestro planeta contiene estos contaminantes: glaciares y capas de hielo.
Un estudio publicado en marzo por la Unión Geofísica Americana (AGU-EOS) examina cómo los microplásticos crean cambios en los ecosistemas polares y montañosos, en él destacan la importancia de reconocerlos como otra forma de contaminación en tipos de precipitación como la nieve.
Desechos plásticos como: botellas de agua, colillas de cigarrillo, pañales, fibras de ropa, barbijos, bolsas, envolturas, etc., terminan en diferentes ecosistemas, estas piezas de plástico se rompen en pedazos pequeños, degradados por las aguas del océano, el viento y por estar a la intemperie, son denominados como microplásticos.
¿Cómo llegan los microplásticos a la nieve?
La mayoría de las veces, los microplásticos terminan en la nieve a través de la deposición en el aire. Los microplásticos tienden a ser más livianos que las partículas de polvo y se transportan más fácilmente. Estas partículas, debido a su forma, pueden permanecer en el aire y ganar suficiente altitud para circular con el clima a gran escala y ser transportados a diferentes partes.
Otra forma común de transporte es por medio del ciclo hidrológico, las partículas son tan microscópicas que logran moverse a través de la evaporación, para luego condensarse y así precipitar en diferentes partes del planeta.
El investigador Jing Ming, uno de los autores del estudio mencionado, enfatizó que los viajes por aire son una de las razones por las que los microplásticos llegan a depositarse en cualquier tipo de ecosistema y superficie. También destaca la distinción entre microplásticos y carbono negro, otra forma de contaminación que también se acumula en la nieve.
Carbono negro vs microplásticos
Actualmente, la mayoría de los estudios de carbono negro ignoran la copresencia de microplásticos en la nieve, factor que también tienen un efecto sobre el proceso de derretimiento del hielo. Ming explicó: "Los microplásticos que se depositan en la nieve durarán cientos de años o incluso más. Pueden absorber la radiación solar y reducir el albedo de la superficie, dado que no son completamente transparentes sino con color".
Como las mediciones e instrumentos actuales no tienen en cuenta la presencia de microplásticos, su efecto sobre las velocidades de fusión se puede atribuir erróneamente al carbón negro. Ming explicó que, como resultado, "el forzamiento del carbono negro en la nieve puede necesitar ser reevaluado debido a la coexistencia de microplásticos".
Ming enfatizó que "deberíamos establecer rápidamente un protocolo para medir los microplásticos en la nieve, diferenciar los microplásticos del carbono negro y separar sus roles individuales en afectar la nieve".
Contaminación generalizada
El escritor ambientalista Deneen, ex editor de GlacierHub, destacó otra consideración importante de los microplásticos en la nieve. "Lo que pasa con los microplásticos en la nieve/hielo, son lo que llamaríamos un sumidero de microplásticos". "La nieve y el hielo se derriten, al hacerlo, esas partículas se transportan a través de una variedad de ecosistemas, contaminando el hábitat ribereño, estuario y finalmente, el marino".
A medida que llegan a estos ecosistemas, ya sea a través del derretimiento de la nieve o de otra manera, los microplásticos recogen contaminantes químicos y pueden perturbar muchas formas de vida: los animales pueden ingerirlos, dañándose no solo a ellos mismos, sino también a los humanos que los comen. Los invertebrados más pequeños consumirán microplásticos, luego serán consumidos por los peces, y el plástico asciende por la cadena alimentaria hasta llegar a un plato.
Se necesitan muchas manos para abordar el problema de la contaminación por microplásticos, deben unirse personas, empresas y gobiernos que trabajen en ello desde todos los lados para encontrar materiales alternativos ecológicos, además de cambiar nuestros malos hábitos de consumo y desperdicio.