¿La antigua industria del cobre realmente contaminó el planeta?
Los arqueólogos afirman tener la respuesta a la pregunta de si la antigua industria del cobre de las Minas del Rey Salomón perjudicó realmente a las personas y al medio ambiente, argumentando en contra de estudios anteriores.
Arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv revelan que las Minas del Rey Salomón no dañaron la salud de los trabajadores de las minas ni el medio ambiente local, como se sospechaba anteriormente.
Los investigadores realizaron estudios geoquímicos en yacimientos de producción de cobre del valle de Imna que datan del siglo X a.C. y de la época de los reyes bíblicos David y Salomón.
Los resultados mostraron que la contaminación ambiental derivada de la producción de cobre en esta época era realmente mínima. Su impacto espacial era limitado y no presentaba problemas para las comunidades locales de las minas, desde el pasado hasta la actualidad.
Cómo llegó el equipo a esta conclusión
El equipo inspeccionó dos importantes lugares de producción de cobre en el valle de Timna. Uno pertenecía a la Edad de Hierro, en tiempos del rey Salomón, y el otro era unos 1.500 años más antiguo. El estudio fue exhaustivo, ya que se tomaron cientos de muestras de suelo en ambos yacimientos. Se elaboraron mapas detallados a partir de los resultados de los análisis químicos que mostraban la presencia de metales pesados en la región.
El profesor Erez Ben-Yosef ha declarado: "Hemos descubierto que los niveles de contaminación en las minas de cobre de Timna son extremadamente bajos y se limitan a los emplazamientos de los antiguos hornos de fundición. Por ejemplo, la concentración de plomo -el principal contaminante de las industrias metalúrgicas- desciende a menos de 200 partes por millón a pocos metros del horno".
Deben hacerse comparaciones con las normas modernas para ver si cumplen las normas de seguridad según las definiciones actuales. "En comparación, la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. define las zonas industriales como seguras para los trabajadores a 1.200 partes por millón y las zonas residenciales como seguras para los niños a 200 partes por millón".
Imagen mundana
Para obtener una visión más amplia, los arqueólogos revisaron investigaciones anteriores y no encontraron pruebas de que la antigua industria del cobre contaminara la Tierra.
En los años 90 ya se habían realizado algunas investigaciones que sugerían que la antigua producción de cobre provocaba contaminación, pero los investigadores no están de acuerdo y explican por qué.
"En la década de 1990, la antigua producción de cobre se presentó como el primer caso de contaminación industrial", explicó el Dr. Omri Yagel.
"Tales afirmaciones acaparan titulares y atraen subvenciones a la investigación, pero proyectan innecesariamente los problemas modernos de contaminación sobre el pasado. Además, la literatura de investigación tiende a utilizar el término 'contaminación' para describir cualquier rastro de actividad metalúrgica antigua, y esto ha llevado a la suposición errónea de que las industrias metalúrgicas eran perjudiciales para los seres humanos desde sus inicios, lo cual es patentemente falso".
"Incluso cuando la producción de metales era a gran escala, convirtiéndose en parte integral de la civilización humana, era la industria tóxica del plomo la que causaba la contaminación global, no necesariamente otros metales".
Los que trabajaban directamente en el horno podrían haber sufrido por la inhalación de humos tóxicos, pero no habría afectado a los suelos de las comunidades locales, sugiere el equipo en su última investigación.