"La bacteria Conan": científicos descubren bacterias capaces de sobrevivir a la radiación extrema
Los investigadores han descubierto una bacteria que sobrevive a dosis extremas de radiación y podría proteger a los seres humanos, tanto en la Tierra como en el espacio.
En los años 50, los científicos sometieron una lata de carne a una dosis de radiación que, en teoría, debería exterminar cualquier forma de vida. Sin embargo, para su sorpresa, un microorganismo resistió: la bacteria Deinococcus radiodurans.
Conocida como “la bacteria Conan” debido a su increíble capacidad para sobrevivir en las condiciones más adversas, Deinococcus radiodurans resiste dosis de radiación miles de veces superiores a las que serían fatales para los humanos o cualquier otro organismo.
Recientemente, investigadores de la Universidad Northwestern y la Universidad de Servicios Uniformados (USU) descubrieron el mecanismo de acción de este antioxidante. En un estudio reciente, los investigadores desarrollaron y caracterizaron un antioxidante sintético llamado MDP, inspirado en la increíble resistencia del Deinococcus radiodurans.
Descubrieron que los elementos que componen el MDP (iones de manganeso, fosfato y un pequeño péptido) se unen para formar un complejo ternario que ofrece una protección significativamente mayor contra el daño por radiación que el manganeso combinado individualmente con cualquiera de los demás.
Descubrimiento de una bacteria con potencial para proteger la salud humana contra la radiación
Esta bacteria destacó por su capacidad para sobrevivir en condiciones extremadamente adversas, siendo capaz de soportar dosis de radiación 28.000 veces superiores a las que serían letales para un ser humano, precisamente gracias a este antioxidante.
Los investigadores esperan que con esta nueva comprensión de la resistencia de la bacteria Conan a la radiactividad, "mejor" podría eventualmente significar innovaciones para proteger a los humanos de la radiación mientras exploran el espacio profundo o emergencias radiológicas aquí en la Tierra.
Los investigadores ya sabían que los iones de manganeso y fosfato juntos forman un potente antioxidante, pero el descubrimiento y la comprensión de la potencia "mágica" que proporciona la adición del tercer componente representa un gran avance. Este estudio proporcionó la clave para comprender por qué esta combinación es un radioprotector tan potente y prometedor.
En la Tierra, el antioxidante podría usarse para proteger contra accidentes que liberan radiación. Ahora, el equipo está interesado en investigar si este triple complejo que constituye el antioxidante Deinococcus también está presente en células de otros organismos y, en caso afirmativo, si podría ser responsable de la resistencia a la radiación en estas especies.
Según los investigadores, los hallazgos podrían aplicarse para proteger a los astronautas contra altas dosis de radiación cósmica en futuras misiones al espacio profundo del sistema solar.
Según los investigadores, la cantidad de radiación que puede soportar un microorganismo o sus esporas está directamente relacionada con la cantidad de antioxidantes de manganeso presentes. Es decir, cuanto mayor sea la concentración de antioxidantes de manganeso, mayor será la resistencia a la radiación intensa.
Referencia de la noticia:
H. Yang, A. Sharma, M.J. Daly, B.M. Hoffman. The ternary complex of Mn2+, synthetic decapeptide DP1 (DEHGTAVMLK), and orthophosphate is a superb antioxidant, Proceedings of the National Academy of Sciences. 121 (51) e2417389121, 2024