La exposición a temperaturas extremas durante el embarazo se asocia a cambios en el crecimiento fetal, según un estudio
Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) investigó la relación entre la exposición a la temperatura del aire ambiente y el tamaño y crecimiento fetal durante el embarazo.
La exposición a períodos de temperaturas extremas se ha relacionado con una variedad de resultados adversos para la salud, incluidas enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales y mentales. Ahora un grupo de investigadores ha estudiado los efectos potenciales de la exposición al calor en el desarrollo fetal.
Varios estudios epidemiológicos realizados en los últimos años han informado de asociaciones entre temperaturas extremas y resultados adversos del embarazo, incluidos nacimientos prematuros, muertes fetales y bajo peso al nacer, así como defectos cardíacos congénitos. Pero pocos son los que asocian la exposición a la temperatura durante el embarazo y el crecimiento fetal.
La temperatura del aire ambiente puede afectar negativamente a los resultados del parto, pero lo cierto es que se sabe poco sobre su impacto en el crecimiento fetal durante el embarazo.
Ahora un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha investigado la relación entre la exposición a la temperatura del aire ambiente y el tamaño y crecimiento fetal durante el embarazo.
Los resultados, publicados en Environment International, muestran que la exposición acumulada al calor y al frío se asocia con cambios en la circunferencia de la cabeza fetal, una medida vinculada al desarrollo del cerebro.
Para ello, los investigadores utilizaron datos de 23.408 mujeres embarazadas incluidas en tres proyectos europeos: el programa inglés Born in Bradford, el estudio holandés Generación R y el proyecto español INMA - Infância e Meio Ambiente.
Mònica Guxens, coautora del estudio e investigadora de ISGlobal.
Para calcular la exposición a la temperatura ambiente en los hogares de las madres durante el embarazo se usó el modelo UrbClim, utilizado en varios proyectos de servicios para organizaciones locales, regionales, nacionales e internacionales y que permite modelar el clima urbano durante largos períodos de tiempo a alta resolución.
También se analizaron algunas medidas del feto tomadas de exámenes ecográficos en dos períodos del embarazo, el medio y el final, como el peso fetal estimado, la circunferencia de la cabeza y la longitud del fémur.
Además de estos, se calculó el crecimiento fetal desde la mitad hasta el final del embarazo, y se analizaron el peso, la circunferencia de la cabeza y la longitud al nacer.
Cambios en la circunferencia de la cabeza fetal durante el embarazo
Los resultados mostraron una asociación entre la exposición a temperaturas más cálidas y una mayor circunferencia de la cabeza al final del embarazo. Las temperaturas más frías se asociaron, por un lado, con un perímetro cefálico más pequeño al final del embarazo y, por otro, con un crecimiento más lento del perímetro cefálico a mediados o finales del embarazo.
El equipo observó períodos específicos de vulnerabilidad al frío durante el primer trimestre del embarazo, cuando ocurren varios procesos de desarrollo del cerebro fetal.
Específicamente, se identificaron períodos de susceptibilidad a la exposición al frío durante las primeras siete semanas de embarazo para una circunferencia de la cabeza más pequeña al final del embarazo, y entre la cuarta y la duodécima semana para un crecimiento más lento de la circunferencia de la cabeza.
Implicancias a largo plazo
Sin embargo, el estudio no señaló ninguna asociación entre la temperatura del aire ambiente y los resultados del parto, lo que sugiere que los efectos observados durante el embarazo pueden recuperarse al nacer.
Esmée Essers, coautora del estudio e investigadora de ISGlobal.
Los resultados de este estudio resaltan la importancia de futuras investigaciones sobre las conexiones entre la exposición a temperaturas extremas y el tamaño y crecimiento fetal, así como la necesidad de replicar este estudio en diferentes regiones climáticas.
Comprender cuándo las temperaturas pueden ejercer su influencia durante el embarazo es crucial para aclarar aún más los mecanismos fisiológicos y proporciona una base para desarrollar estrategias para mitigar los impactos adversos para la salud que experimentan las mujeres embarazadas y sus hijos en un período de desregulación climática.
Referencia de la noticia:
Essers, E., Gránes, L., Delaney, S. (2024). Ambient air temperature exposure and foetal size and growth in three European birth cohorts. Environment International. Volume 186, 2024, 108619.