La exposición al ruido de los aviones puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas
Un nuevo estudio sugiere que la aparición de ciertas enfermedades crónicas puede estar relacionada con la exposición a la contaminación acústica típica de las zonas urbanas.
Esta semana se ha hecho pública una prueba más de que el medio ambiente y su calidad pueden interferir significativamente en la salud humana: un nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston y la Universidad Estatal de Oregón indica que los niveles de ruido producidos por los despegues y aterrizajes de los aviones pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiometabólicas.
Ciertas enfermedades como diabetes, hipertensión o afecciones como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos tienen más probabilidades de ocurrir en personas que han estado expuestas al ruido de los aviones entre 45 y 55 dB. Además, también parece existir una correlación entre el valor del índice de masa corporal (IMC) y la exposición a este tipo de ruido: a mayor exposición, mayor es el IMC.
Aviones, IMC y salud
Este estudio indica que el ruido producido por las aeronaves, ya sean helicópteros o aviones, es mucho más molesto para el ser humano que el producido por otros medios de transporte. El Índice de Masa Corporal o IMC sirve para indicar la obesidad en el ser humano, la cual generalmente se asocia con una serie de enfermedades y problemas de salud.
Según este estudio publicado recientemente, las personas expuestas a un ruido de aviones superior a 45 dB tenían más probabilidades de tener un nivel de IMC autoinformado más alto. Esto sucede en diferentes grupos de edad, desde adultos jóvenes hasta adultos y ancianos.
Es importante resaltar que este es el primer estudio de este tipo que se realiza en Estados Unidos. Estudios como estos ya se habían llevado a cabo en poblaciones europeas, con resultados claramente diferentes. También era conocido por la comunidad científica que los ruidos audibles cerca de las grandes instalaciones aeroportuarias podían provocar más estrés y provocar importantes alteraciones del sueño, pero hasta ahora se desconocía la relación con el IMC.
Impactos verdaderos
El estudio se desarrolló a través del análisis de más de 75.000 personas que viven cerca de los 90 aeropuertos más grandes de Estados Unidos. El nivel de ruido se midió entre 1995 y 2010 y se encontró que existe una fuerte relación entre el nivel de ruido y un IMC alto, especialmente en las mujeres.
También se detectaron algunas diferencias regionales, entre zonas con diferentes climas: una prueba más de que el medio ambiente y el clima son preponderantes en cuestiones de salud. Algunas enfermedades crónicas, como la obesidad, a pesar de estar muy estigmatizadas, dependen en gran medida del comportamiento de algunos factores ambientales. Es por esto que estos estudios son importantes en la promulgación de medidas de mitigación que en el futuro tendrán impactos positivos en la forma en que se distribuye la incidencia de algunas enfermedades crónicas.
Referencia de la noticia:
Boston University School of Public Health. Airplane noise exposure may increase risk of chronic disease. ScienceDaily. (2024)