La genética puede ser más importante para la longevidad que la pérdida de peso, según un estudio
Un nuevo estudio señala que la pérdida de peso y la reducción de la ingesta de calorías por sí solas no explican los beneficios de la longevidad. Factores como la genética parecen jugar un papel fundamental en esto.
Un extenso estudio realizado en ratas de laboratorio reveló que reducir la ingesta de calorías puede contribuir a la longevidad. Esta reducción conduce a una vida más larga, un efecto a menudo atribuido a la pérdida de peso y a los cambios metabólicos causados por una menor ingesta de calorías. Sin embargo, la simple pérdida de peso y la mejora del metabolismo no son suficientes para explicar este fenómeno (longevidad).
Los investigadores sugieren que otros factores como la salud inmune, la genética y ciertos indicadores fisiológicos de resistencia parecen ser fundamentales para lograr una mayor longevidad.
El estudio fue publicado recientemente en la revista Nature. Vea más detalles a continuación.
¿Qué más contribuye a la longevidad?
Este estudio llegó a desafiar la sabiduría convencional sobre cómo la restricción dietética aumenta nuestra longevidad.
El equipo de investigación utilizó 960 ratones: algunos fueron alimentados con dietas bajas en calorías y otros fueron sometidos a regímenes de ayuno intermitente o se les permitió comer libremente. Así, controlaron la salud y la longevidad de los animales. Vale la pena señalar que los animales son genéticamente distintos y provienen de una población diversa que refleja la variabilidad genética que se encuentra en los humanos.
Los investigadores han descubierto que estos regímenes alimentarios en realidad provocan pérdida de peso y cambios metabólicos relacionados. Sin embargo, otros factores como la salud inmune, la genética y los indicadores fisiológicos de resiliencia parecen explicar mejor la relación entre la reducción de calorías y el aumento de la longevidad.
Gary Churchill, del Laboratorio Jackson en Bar Harbor, Maine, y coautor del estudio, comentó que “los cambios metabólicos son importantes. Pero no aumentan la esperanza de vida".
Resultados de la búsqueda
La reducción de calorías, que fue del 40 %, resultó en un mayor aumento de la longevidad, pero el ayuno intermitente y una restricción calórica menos severa también aumentaron la esperanza de vida promedio.
El grupo de animales que hizo dieta también mostró cambios metabólicos favorables, como reducciones en la grasa corporal y los niveles de azúcar en sangre.
Pero para sorpresa de los investigadores, los efectos de la restricción calórica sobre el metabolismo y la longevidad no siempre cambiaron al mismo tiempo. Los ratones que perdieron más peso con la dieta baja en calorías tendieron a morir más jóvenes que aquellos que perdieron cantidades relativamente menores de peso.
Por lo tanto, los resultados sugieren que los factores más importantes para aumentar la longevidad son las características relacionadas con la salud inmune y la función de los glóbulos rojos. Pero la resiliencia, codificada en los genes de los animales, al estrés de la reducción de la ingesta de alimentos también fue fundamental.
En última instancia, este estudio destaca la importancia de la genética en la longevidad y plantea la necesidad de realizar más investigaciones sobre el impacto del ayuno intermitente y la restricción calórica en los seres humanos.
Referencia de la noticia:
Francesco, A. D. et al. Dietary restriction impacts health and lifespan of genetically diverse mice. Nature, 2024.