La longitud de los días se está alterando, y es probable que la causa esté en las profundidades de la Tierra
Si un día con 24 horas de duración no te resultaba suficiente, probablemente esto cambie, aunque no tan pronto. Es algo en el núcleo terrestre lo que los está alargando.
El hombre moderno ha organizado su vida cotidiana en base a las 24 horas que conforman un día. Pero en rigor, la duración del día terrestre -la duración del ciclo en que se suceden el día y la noche- es, en promedio, ligeramente menor: su duración es de aproximadamente 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Esto es lo que tarda nuestro planeta en rotar completamente sobre su eje, un fenómeno conocido como día sidéreo.
Este criterio es el hemos adoptado para vivir nuestras vidas, respetando estrictamente el tictac del reloj. Y lo hemos hecho porque nuestro planeta es una gran bola bamboleante que gira alrededor del Sol a 107.000 kilómetros por hora, y que a su vez es orbitado por un gran satélite que ejerce su propio tirón gravitacional, lo que hace que esta rotación no sea uniforme ni que siempre ocurra en el plazo de 24 horas.
Cambios imperceptibes
A lo largo de nuestra historia, la ciencia pudo encontrar las causas por las cuales la duración del día puede fluctuar. La Luna se aleja de la Tierra a un ritmo de 3.8 cm cada año, haciendo que nuestros días se hagan un poco más largos, alrededor de 1.72 milisegundos por siglo. Inclusive y a corto plazo, la humanidad puede contribuir a alargar un poco más los días, al reducir la cantidad de agua atrapada en los glaciares y los casquetes polares con el derretimiento provocado por el cambio climático.
Sin embargo, se ha detectado una misteriosa variación en la duración del día sidéreo entre 3 y 4 milisegundos, en una escala de hasta milenios, que ha resultado un poco más difícil de precisar... hasta ahora.
Es que un equipo de geofísicos del Instituto de Geodesia y Fotogrametría del ETH Zürich en Suiza, cree haber encontrado la causa de estas pequeñas alteraciones en la rotación del planeta, y la hallaron a miles de kilómetros bajo la superficie: en el núcleo de hierro fundido de la Tierra. Hallaron que ciertos pequeños movimientos en el límite entre el núcleo y el manto podrían estar afectando la rotación. Si bien anteriormente hubo intentos de vincular estos movimientos con datos observados, las mejoras en las técnicas de modelización teórica como la recopilación de datos de observación han mejorado significativamente, permitiendo identificar la causa de ese cambio casi imperceptible.
Muchas variables
Para identificar con precisión la fluctuación correcta, el equipo de investigadores necesitaba restar todas las demás fluctuaciones conocidas.
Para ello utilizaron una red neuronal y modelaron de manera minuciosa los cambios de volumen del hielo y agua terrestre, para determinar cómo alteran el giro de la Tierra, incorporaron los efectos de la atracción de la Luna y de la corteza elástica de la Tierra, datos históricos de eclipses y ocultaciones lunares, y además utilizaron mediciones precisas del campo magnético terrestre, con lo que pudieron aislarlos y así enfocarse en buscar signos de la influencia del núcleo.
Sus resultados sugieren que la influencia de los cambios en la masa de hielo y agua de la Tierra fue menor de lo que se pensaba; y que las fluctuaciones en escalas de tiempo milenarias fueron consistentes con un modelo simplificado de la magnetohidrodinámica del núcleo fluido externo de la Tierra.
Sin embargo, el estudio concluye que medir algo tan sutil e identificar su causa raíz no es tarea sencilla, y que el margen de error puede ser significativo. “Descartamos que las oscilaciones climáticas sean impulsores en la modificación de la duración del día, pero con todas las incertidumbres y deficiencias – incluida la falta de un modelo físico integral que tenga en cuenta varios componentes de la dinámica central –, existe una amplia motivación para mejorar los modelos disponibles actualmente del núcleo de la Tierra, que tendrán implicaciones considerables para la geodinámica interna y externa", concluye el estudio.
Referencia de la noticia:
Length of day variations explained in a Bayesian framework. Kiani Shahvandi, M., Noir, J., Mishra, S., & Soja, B. (2024). Geophysical Research Letters, 51, e2024GL111148.