La mucosidad nos salva la vida todos los días, según un equipo de investigadores del MIT
Un equipo de investigadores, liderado por Katharina Ribbeck, está estudiando las propiedades de la mucosidad producida en nuestro cuerpo y qué beneficios puede tener para nuestra salud.
Generalmente, nuestro cuerpo empieza a sentirse mejor después de una semana de enfermedad, pero incluso después de esa "semana infernal", tenemos que enfrentarnos a un último enemigo: en el caso de enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, el catarro.
Esto puede ser tan incómodo que probablemente simplemente deseamos que toda nuestra mucosidad desaparezca, sin darnos cuenta de que crear y toser flema es una forma que tienen nuestros pulmones de deshacerse de los microbios infecciosos.
Si podemos pensar más allá de esa mucosidad alojada en nuestra garganta, podemos comenzar a apreciar el hecho de que nuestro cuerpo produce moco constantemente para ayudarnos a mantenernos saludables. En particular, la mucosidad puede ayudar a nuestro sistema inmunológico al actuar como un filtro natural para las bacterias con las que interactuamos constantemente.
¿Qué componentes forman el moco?
El moco está formado por varios componentes, pero su componente principal es una sustancia llamada mucina. Las mucinas del moco pueden funcionar como barrera selectiva, lubricante o material viscoso, según su estructura.
Cuando la estructura y producción de mucina son normales, la mucosidad protege las superficies de todo nuestro cuerpo, lo que nos ayuda a convivir con muchos microbios diferentes. Sin embargo, pueden surgir enfermedades cuando la estructura y producción de mucina son anormales.
¿Cómo puede la mucosidad prevenir enfermedades?
El grupo de investigación de la profesora del MIT Katharina Ribbeck quiere comprender los beneficios del moco y, como resultado, ha descubierto propiedades interesantes de las mucinas. Este grupo purificó moco natural del estómago de un cerdo para obtener una mucina conocida como MUC5AC.
Esta mucina de origen porcino está relacionada con MUC5AC que se encuentra en varias partes del cuerpo humano, como el tracto respiratorio, el estómago, la vesícula biliar y los órganos reproductores femeninos.
Dado que los cerdos y los humanos están estrechamente relacionados, la función de sus respectivos MUC5AC debería ser similar. Utilizando líquidos que contienen MUC5AC, investigamos la interacción entre la mucina y los microbios en nuestros pulmones e intestinos , y si las mucinas podrían prevenir que algunos de estos microbios causen enfermedades.
Uno de estos microbios es una bacteria llamada Pseudomonas aeruginosa, que vive en nuestros pulmones y suele ser inofensiva cuando se encuentra en individuos sanos.
Sin embargo, puede provocar infecciones pulmonares en pacientes con una enfermedad llamada fibrosis quística, que se caracteriza por una producción anormal de moco. Estas infecciones se exacerban cuando P. aeruginosa comienza a formar grupos pegajosos de bacterias, conocidos como biopelículas, en la superficie de los pulmones.
La formación de biopelículas a menudo se asocia con una mayor virulencia (es decir, la capacidad de un microbio para causar enfermedades) y los grupos de bacterias en las biopelículas son más resistentes a los antibióticos.
Por tanto, las biopelículas hacen que las infecciones sean más agresivas y más difíciles de tratar. ¿Podremos encontrar una manera de prevenir la formación de biopelículas para ayudar a estos pacientes?
El grupo de Ribbeck descubrió que MUC5AC posiblemente podría prevenir infecciones pulmonares al dificultar la adhesión a la superficie, lo que podría prevenir la formación de biopelículas de P. aeruginosa.
En la solución MUC5AC, más viscosa, el grupo descubrió que las bacterias se movían más rápidamente. Este aumento de la motilidad (capacidad de movimiento) reduce la formación de biopelículas, ya que es menos probable que las células en movimiento se peguen, lo que hace que las bacterias sean menos peligrosas. Tenemos suerte de tener moco que nos protege de bacterias potencialmente desagradables.
Pero, ¿la mucosidad sólo previene o puede ser también indicador o causa de otras enfermedades?
Cuando la estructura de la mucina cambia, su capacidad para atenuar la virulencia de los patógenos puede debilitarse o puede cambiar la fuerza (caracterizada por la viscosidad y la fibrosidad) del propio moco. En estos casos, aunque la mucina puede no estar protegiéndonos con tanta eficacia, puede usarse como indicador de una enfermedad o de una mayor susceptibilidad a padecer una enfermedad.