La NASA apunta a revolucionar la exploración lunar con nueva tecnología de retrorreflectores

La NASA lanza una nueva generación de retrorreflectores que mejorarán las mediciones entre la Tierra y la Luna, apoyando misiones Artemis y exploraciones futuras. Estas herramientas de precisión ampliarán el conocimiento lunar y probarán teorías fundamentales como la relatividad general.

Tierra Luna retroreflectores
Los retrorreflectores han sido herramientas fundamentales durante más de medio siglo, pero el NGLR-1 abre la puerta a mediciones submilimétricas que podrían transformar nuestro conocimiento sobre el sistema Tierra-Luna.

En la década de 1970, los astronautas de las misiones Apolo dejaron en la Luna una tecnología que aún hoy proporciona datos valiosos: retrorreflectores. Estos espejos especiales, diseñados para reflejar la luz láser emitida desde la Tierra con una dispersión mínima, permiten medir la distancia entre nuestro planeta y su satélite con una precisión milimétrica.

Cinco décadas después, la NASA se prepara para dar un gran paso en el uso de esta tecnología con la próxima generación de retrorreflectores, que prometen ampliar significativamente los conocimientos sobre la Luna y su relación con la Tierra.

En el marco de las misiones Artemis, que marcarán el regreso de astronautas al satélite natural, la NASA está desarrollando instrumentos de vanguardia como el “Next Generation Lunar Retroreflector” (NGLR-1). Este dispositivo innovador, uno de los diez experimentos que serán transportados por la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la agencia, promete resultados que podrían redefinir la exploración lunar.

El NGLR-1, desarrollado por la Universidad de Maryland, será llevado a la superficie lunar por el módulo de aterrizaje “Blue Ghost 1” de Firefly Aerospace. Este instrumento tiene como misión reflejar pulsos láser extremadamente cortos enviados desde observatorios en la Tierra, permitiendo mediciones de una precisión sin precedentes. Los datos obtenidos podrán aportar información sobre procesos geológicos, la estructura interna de la Luna y las interacciones entre la Tierra y su satélite a lo largo del tiempo.

Ciencia de precisión para explorar el interior lunar

La instalación del NGLR-1 es un avance tecnológico que permite ir más allá de los límites alcanzados por los reflectores de la era Apolo.

Dennis Harris, encargado de la carga útil NGLR en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, señala que esta nueva tecnología promete resultados al menos diez veces más precisos que sus predecesores. “Los retrorreflectores han sido herramientas fundamentales durante más de medio siglo, pero el NGLR-1 abre la puerta a mediciones submilimétricas que podrían transformar nuestro conocimiento sobre el sistema Tierra-Luna”, explicó Harris.

Tierra Luna retroreflectores
El retrorreflector lunar de próxima generación, o NGLR-1. Crédito: Firefly Aerospace.

Entre los objetivos científicos del NGLR-1 se encuentra la posibilidad de estudiar la actividad sísmica en la Luna, posiblemente causada por cambios en su núcleo líquido. Además, este dispositivo podría aportar datos clave para realizar pruebas de la teoría de la relatividad general de Einstein en un entorno próximo.

Expandiendo las fronteras de la exploración lunar

El despliegue del NGLR-1 es solo el comienzo. La NASA ya tiene planes para instalar un segundo retrorreflector, denominado “Artemis Lunar Laser Retroreflector” (ALLR), en la misión Artemis III. Este reflector estará ubicado cerca del polo sur lunar, una región de alto interés científico y potencialmente rica en recursos como el agua congelada. Además, un tercer dispositivo podría instalarse en una futura entrega del programa CLPS en una ubicación no polar.

Una vez operativos los tres retrorreflectores, los científicos tendrán la posibilidad de recopilar datos desde diferentes puntos de la Luna, ampliando las oportunidades para investigar su evolución y su dinámica interna. Esto también podría influir en futuros desarrollos de astrofísica, cosmología y exploración espacial.

Un modelo comercial para el futuro de la exploración espacial

La iniciativa CLPS representa un enfoque innovador para la exploración lunar. Bajo este modelo, la NASA actúa como cliente principal de compañías privadas que desarrollan y operan las misiones de entrega a la Luna. Este esquema busca fomentar el crecimiento de la industria espacial comercial mientras se reduce el costo y se aumenta la eficiencia de las misiones.

“La colaboración con empresas como Firefly Aerospace no solo acelera nuestra capacidad para explorar la Luna, sino que también establece las bases para una presencia sostenible en el satélite natural”, concluyó Harris.

Con el desarrollo de retrorreflectores de última generación y una colaboración estratégica entre la NASA y la industria privada, el futuro de la exploración lunar promete una nueva era de descubrimientos que podrían impactar tanto en la ciencia como en nuestra comprensión del universo.

Referencia de la noticia:

https://www.nasa.gov/missions/artemis/nasa-anticipates-lunar-findings-from-next-generation-retroreflector/