La pareja de agujeros negros supermasivos más pesada jamás observada: casi 28.000 millones de masas solares
Un grupo de investigadores ha analizado detenidamente un par de agujeros negros supermasivos muy particular: no sólo están increíblemente cerca uno del otro sino que además son los más pesados jamás observados hasta ahora.
Los dos agujeros negros supermasivos que batieron récords se encuentran a unos 750 millones de años luz de nosotros, en la galaxia B2 0402+379, también llamada 4C +37.11. Se trata de una radiogalaxia elíptica, es decir, una galaxia caracterizada por una emisión de ondas de radio muy intensas, incluso cientos de veces superiores a las de las galaxias visibles normales.
La peculiaridad de este sistema binario de agujeros negros es que no sólo son los más pesados jamás observados , con una masa total de alrededor de 28 mil millones de masas solares, sino que también son los que tienen la menor separación jamás observada directamente. Los dos objetos celestes están separados por sólo 24 años luz o 7,3 pársecs y tienen un período orbital de 30.000 años.
Un sistema binario récord
El estudio de estos sistemas binarios es muy importante para comprender los mecanismos que regulan el universo pero también porque la posible colisión y fusión de este par provocaría ondas gravitacionales muy fuertes.
Es por ello que un grupo de astrónomos se dedicó a estudiar este par a partir de los datos recogidos por el telescopio Gemini Norte, uno de los dos telescopios que componen el Observatorio Gemini, dos telescopios ópticos gemelos de unos 8 metros situados uno en el hemisferio norte y el otro en el sur, para tener una cobertura completa de ambos hemisferios celestes.
Evidentemente Gemini Norte está situado en el hemisferio norte, sobre el volcán inactivo Mauna Kea, a más de 4.200 metros sobre el nivel del mar, en Hawái, y es un telescopio relativamente nuevo. De hecho, vio la primera luz en 1999 (el término primera luz hace referencia a la primera observación realizada por un telescopio tras su construcción), mientras que inició su actividad real de observación en el año 2000.
Este telescopio no sólo se encuentra entre los más avanzados para la observación en la banda óptica e infrarroja sino que gracias a las excelentes condiciones atmosféricas y gran altitud puede disfrutar de óptimas condiciones visuales para poder realizar observaciones astronómicas del más alto nivel.
Precisamente gracias a esta increíble resolución pudimos observar y distinguir, y por tanto ver por separado, los dos agujeros negros supermasivos objeto de este estudio, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta que sólo están separados por 24 años luz.
Cada vez están más cerca, ¿acabarán chocando?
Su distancia ha ido disminuyendo progresivamente a lo largo de los años y por ello es normal preguntarse si se espera o no una fusión de estos dos objetos supermasivos en el futuro.
En general, gracias a los interferómetros de ondas gravitacionales se han observado fusiones de sistemas binarios de agujeros negros pero siempre han sido agujeros negros de masa estelar, nunca se han hecho observaciones similares para los supermasivos.
Por el momento, los dos cuerpos se encuentran en una fase de estancamiento y aún no podemos decir si permanecerán en este limbo y durante cuánto tiempo, como se puede leer en este reciente artículo publicado en The Astrophysical Journal. Sin embargo, para que se produzca una posible fusión se necesitarán tiempos del orden de millones de años y las ondas gravitacionales que se crearían serían cien millones de veces más potentes que las observadas debido a la fusión de agujeros negros estelares.