La temporada ciclónica en el Atlántico no está siendo tan activa como se pronosticó, ¿que podría estar influyendo?
En lo que va de temporada ciclónica 2024 el número de tormentas está muy por debajo de lo pronosticado, la Dra. en C. Christian Dominguez explica que podría estar sucediendo.
Septiembre es uno de los meses de mayor formación ciclónica en el Atlántico, precisamente el día 10 es cuando se alcanza el pico climatológico de este período, esto significa que alrededor de esta fecha es cuando más actividad se registra en este océano.
Este 10 de septiembre la tormenta Francine en el Golfo de México se fortaleció y se convirtió en huracán. En el resto del Atlántico se monitorean otras dos áreas que tienen probabilidad de formación ciclónica tropical.
En el Atlántico hasta el momento se han desarrollado seis tormentas, de ellas cuatro se fortalecieron a huracán. En este último grupo destaca Beryl , el único huracán de gran intensidad en el 2024, alcanzó la categoría 5 en el mes de julio.
Antes de Francine el ciclo anterior fue Ernesto que se formó el 12 de agosto, transcurrió casi un mes para registrar una tormenta tropical en el Atlántico. Esta pausa en pleno pico llamó mucho la atención en una temporada anunciada como mucho más activa de lo normal.
Oficialmente la temporada ciclónica se extiende hasta el 30 de noviembre, eso significa que faltan alrededor de 75 días para que finalice. Si se compara el número de tormentas formadas y los pronósticos, la diferencia es abrumadora.
La Dra. en C. Christian Domínguez, Investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México explica qué podría estar influyendo en el comportamiento de la temporada ciclónica 2024.
Esta temporada estaba pronosticada ser hiperactiva, con números que iban muy arriba de lo normal. Algunos hablaban que sería una temporada tan activa como la de 2020, donde también tuvimos La Nina.
Lo que hemos visto actualmente es que estos meses de julio y agosto no han sido tan activos. Parte de ello, no todo, se debe a que también dentro de la misma temporada existen variaciones que están relacionadas con la MJO (Oscilación Madden–Julian, siglas en inglés).
En ciertas fases de esta oscilación hay más actividad ciclónica o menos, sin embargo no es toda la razón porque también tenemos un fenómeno de enfriamiento de las aguas en el Atlántico muy cerca de las costa africana, La Niña del Atlántico.
La mayoría está argumentando que probablemente esta inactividad que tenemos en el Atlántico se debe a La Niña del Atlántico. Lo que yo creo es que todavía no hemos visto toda la temporada, y podrían formarse varios ciclones tropicales.
La temporada de 2013 como ejemplo de un pronóstico que quedó muy por encima de lo registrado en ese año
Debe de haber algún factor como ocurrió en una temporada de 2013 que estaba pronosticada ser también hiperactivo pero en la realidad no lo fue, el causante en ese año principalmente fue el polvo del Sahara.
Siempre hay ciertos factores que al momento de hacer los pronósticos estacionales no se toman en cuenta, por ejemplo las cuestiones del aire seco que tienen que ver con el polvo del Sahara no se tomó en el 2013.
Los pronóstico estaciones tiene cierta incertidumbre con el número de ciclones que se forman, hay varios componentes que no están incluidos en el pronóstico, por lo tanto puede tener cierta diferencia respecto a lo que pasa en la realidad.
Informados y preparados en lo que resta de temporada
Lo importante es estar informado a través de fuentes oficiales. Consultar la información meteorológica para saber dónde se está formando un ciclón y cuál va a ser su trayectoria, esta información no la da el pronóstico estacional sino el pronóstico meteorológico.