Las aves se vuelven más pequeñas por el calentamiento global
Los efectos del calentamiento global se siguen evidenciando. Según un estudio reciente, algunas especies ya están cambiando sus cuerpos para adaptarse a los nuevos escenarios.
Las aves están reduciendo el tamaño de sus cuerpos como consecuencia del aumento de las temperaturas. Esta es una de las principales conclusiones a las que llega un estudio de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), que se publicó la semana pasada en Nature Ecology and Evolution.
La investigación se basó en el análisis de 105 especies de aves migratorias de Estados Unidos. Se realizó sobre los datos del programa Monitoreo de la Productividad y Supervivencia Aviar, que recopila medidas e información sobre las aves desde 1989. Del análisis de esta enorme base de datos, los científicos descubrieron que, en promedio, la masa corporal de los pájaros se redujo entre un 0,6 y un 3% en los últimos 30 años.
Según el equipo de investigación, esta disminución en el tamaño del cuerpo es una de las maneras que encontraron las aves para adaptarse al aumento de las temperaturas. Así, mientras algunos animales migran o se trasladan, otros cambian su tamaño para ser menos vulnerables a los cambios en el clima.
Algunas especies, como las golondrinas, redujeron su tamaño en un 2,8%, y otras en un 2,2%, como los pájaros carpinteros. Estos cambios, que no suenan tan relevantes, sí lo son a nivel evolutivo, pues representan modificaciones muy grandes en muy poco tiempo.
No obstante, el estudio también señala que estos cambios en el volumen corporal están ocurriendo a un ritmo menor que el esperado por las estimaciones de los científicos. Y esto, según indican, no sería una buena noticia sino una señal de que algunas especies aún corren un riesgo muy alto de enfermarse o morir frente al aumento de las temperaturas.
Cuerpos más pequeños, alas más grandes
Según indica el estudio, los animales con cuerpos más pequeños pueden enfrentar mejor las altas temperaturas, porque la relación entre superficie y volumen ayuda a disminuir el calor. Por el contrario, en temperaturas más frías se observan animales más grandes y redondos, lo que les ayuda a conservar el calor.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que únicamente se achicó el cuerpo de las aves. No así las alas. Con lo cual ahora las aves tienden a ser más “aladas” en relación a sus cuerpos. Esto podría explicarse porque las alas no contribuyen a regular la temperatura corporal.
"Las alas son en su mayoría plumas, por lo que las aves no las usan para disipar el calor", dijo. "Utilizan principalmente sus patas, pico y boca para regular la temperatura corporal". dijo Morgan Tingley, coautor del estudio.
La investigación de aves a gran escala también descubrió, por primera vez, que las aves que habitan a grandes alturas tienden a tener alas más largas en relación a sus cuerpos, lo que podría ser una ventaja para volar en zonas montañosas y a bajas temperaturas.
Este estudio no tiene precedentes en cuanto a la cantidad de especies analizadas y el período de tiempo observado. "Si solo hubiéramos detectado cambios en el tamaño del cuerpo en una especie, sería fácil imaginar que algo extraño estaba sucediendo con esa especie. Pero dado que encontramos esta señal consistentemente a lo largo de muchas especies y en un área tan grande de América del Norte, que cubre muchos entornos diferentes, no queda ninguna hipótesis plausible excepto la del cambio climático", dijo Tingley.