Las nieblas mortales que promovieron leyes de protección ambiental
Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación ambiental causa unos 7 millones de muertes evitables al año. Estos desastres motivaron las primeras legislaciones sobre el aire limpio, que fueron replicadas en todo el planeta para asegurar nuestro derecho a un ambiente sano.
Uno de los mayores hitos en la humanidad ha sido la Revolución Industrial, impulsada por Inglaterra desde fines del siglo XVIII. Por entonces, las ciudades se calefaccionaban con carbón, y aquellas cercanas a los centros industriales, lugares de extracción de carbón o polos de industria pesada se veían beneficiadas por la prosperidad de la economía y la creciente oferta de fuentes de trabajo.
Como contrapartida, el aire de las ciudades se veía cada vez enrarecido, el cielo dejó de ser celeste y el sol aparecía velado detrás de una cortina de humo permanente que cubría todo el horizonte.
El origen de la palabra "smog"
La niebla contaminante ya era un problema para Londres en el siglo XIII. En el siglo XVII, el Rey James I limitó el uso de carbón. Hacia 1840, varios médicos y especialistas habían advertido sobre los daños a la salud que la contaminación por humo producía. Era una de las principales causas de muerte en las islas británicas, y hacia 1890 la tasa de decesos en niños menores de cinco años criados en las ciudades era excesiva, por lo que las familias de mayores recursos vivían en las áreas rurales, donde el aire era más limpio.
En un Congreso de Salud Pública en Londres en 1905, el Dr. Henry Antoine Des Voeux presentó un estudio donde señalaba que había una amenaza para la salud inherente a la vida urbana, "algo producido en las grandes ciudades que no se encontraba en las áreas rurales", señalando la presencia generalizada de una combinación de humo y niebla que a menudo cubría la ciudad, oscureciendo la luz del sol. A Des Voeux se le acredita el haber acuñado el término “smog”, palabra resultante de la combinación de humo y niebla (smoke y fog en Inglés).
La Niebla Mortal de Donora
En la madrugada del 26 de octubre de 1948, se formó un banco de niebla sobre la ciudad industrial de Donora, en Pennsylvania. Con el transcurso de las horas, esta niebla se fue haciendo más y más espesa, y la inversión térmica retuvo en las capas inferiores de la atmósfera, los contaminantes que liberaban las chimeneas de la U.S. Steel Corporation.
Los médicos recomendaban dejar la ciudad a los adultos mayores con problemas respiratorios. Los bomberos tuvieron que dejar de asistir a los afectados porque la visibilidad era nula a mediodía. La ciudad estaba en emergencia.
En la mañana del 30 de octubre, las fábricas dejaron de operar y al día siguiente la niebla comenzó a disiparse y permitió ver la magnitud del desastre: cerca de 5000 personas sufrieron los efectos de la contaminación, 22 murieron en el episodio y 50 más en los meses siguientes.
La Niebla Mortal de Donora fue evidencia para la creación y aprobación de la Ley de Aire Limpio de 1970, y la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos.
El Gran Smog de Londres
El 5 de diciembre de 1952, un centro de altas presiones se estableció sobre el sur de Inglaterra, causando una inversión térmica sobre Londres que retendría cerca de la superficie, todos los contaminantes provenientes de la actividad industrial y la derivada del uso de calefacción de hogares a carbón.
El smog letal cubrió la ciudad paralizándola casi por completo. La visibilidad era prácticamente nula, lo que impedía que los servicios de emergencia respondieran. Las hospitalizaciones y muertes a causa de enfermedades respiratorias aumentaron exponencialmente. En un principio las muertes se contaban de a cientos, luego por miles.
Luego de cinco días, el 9 de diciembre, la niebla se disipó. Se estima que el número de muertes fue de unas 12.000 personas.
En respuesta este evento, el parlamento británico introdujo la Ley de Aire Limpio de 1956. Esta ley fue replicada luego en todo el planeta, marcando uno de los mayores hitos en la historia del ambientalismo.