Leonardo da Vinci, un genio que también aportó a la meteorología

Leonardo da Vinci es uno de los personajes más fascinantes de nuestra historia, se interesó por casi todo lo que estuvo a su alcance, un polímata. Fue mucho más que un brillante artista como pintor, escritor, poeta, escultor, cocinero, músico y filósofo, también desarrolló por completo el hemisferio izquierdo de su cerebro siendo analítico y metódico en su razonamiento, ejercitando las ciencias duras y convirtiéndose en ingeniero, científico, paleontólogo, botánico e inventor. Todo en una sola persona, por eso fue descrito como “el genio universal”.

Vivió desde mediados del siglo XV a los primeros años del siglo XVI, pero sus extravagantes inventos no brillaron inmediatamente, las ideas eran fascinantes pero irrealizables para su época, porque no contaba con los materiales y las energías necesarias en esos tiempos. Sus inventos eran vistos muchas veces como disparatados y absurdos, una lucidez totalmente incomprendida por los hombres de aquella época; sin embargo, el merecido reconocimiento por su genialidad llegó años después.

Sus artefactos fueron cobrando importancia a medida que la ciencia y la tecnología avanzaron, por eso se dice que da Vinci y sus inventos era adelantados para la época, un absoluto visionario. Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en la aldea Anciano cercana al pequeño pueblo de Vinci, próximo a Florencia.

De él conocemos muchas de sus obras de arte como: La Gioconda, La Última Cena, San juan Bautista, el Hombre de Vitruvio, etc y más etc., pero los invito ahora a repasar su costado científico con sus inventos más destacados, y sobre todo a descubrir el aporte que este genio le hizo a la meteorología.

Los anemómetros de Da Vinci

Hoy en día la velocidad del viento se calcula con sofisticadas tecnologías como ultrasonido, laser, etc., pero en aquel momento a Leonardo da Vinci le alcanzó con una base de madera curvada con muescas y una lámina. Cuanto más fuerte era el viento más arriba llegaría la lámina, además ideó la incorporación de un reloj para que los registros se realicen en intervalos de tiempo regulares, y así creó un anemómetro (de láminas), un instrumento meteorológico fundamental.

Leonardo también inventó el odómetro (antecesor del cuentakilómetros), consistía en una carretilla para medir distancias, cada 1,5 m un eje da una vuelta y la rueda vertical avanza uno de sus treinta dientes, y cada 45 m esta mueve la rueda horizontal y cae una canica a la caja. Mecanismo en el que se basa también el funcionamiento del instrumento meteorológico anemómetro de rotación, formado actualmente por coperolas en una hélices unidas a un eje central, cuyo giro proporcional a la velocidad del viento, es registrado convenientemente. Actualmente en los anemómetros magnéticos, dicho giro activa un diminuto generador eléctrico que facilita una medida precisa.

El higrómetro, otro de sus legados

Un higrómetro es un instrumento que se utiliza para medir el grado de humedad del aire (o de otros gases), en meteorología es un instrumento que se utiliza para medir el contenido de humedad en la atmósfera.

Los instrumentos de medida de la humedad, por lo general se basan en las mediciones de alguna otra magnitud (temperatura, presión, masa, un cambio mecánico o eléctrico en una sustancia cuando absorbe la humedad) mediante la calibración y el cálculo del funcionamiento del higrómetro, una vez conocidas esas otras magnitudes es posible deducir la medición de la humedad.

El primer higrómetro fue inventado por el gran Leonardo da Vinci en el año 1480, y es uno de los instrumentos meteorológicos imprescindibles. Consistía de una balanza con dos platillos en equilibrio, en uno de ellos se ubicaba un trozo de cera de abeja (que es un material impermeable, no se modifica frente a la humedad), y en el otro platillo se ubicaba una sustancia o elemento higroscópico como una bola de algodón (material permeable). Si el algodón absorbía la humedad del aire aumentaba su peso y decantaba la balanza, así un palo horizontal graduado marcaba la medición exacta.

Más inventos revolucionarios

Leonardo da Vinci tenía fascinación por el mar, y elaboró varios diseños primitivos para ser utilizados en la exploración acuática. Su traje de buceo estaba hecho de cuero y se conectaba a una manga de aire, fabricada con cañas y a una campana que flotaba en la superficie, además este traje incluía una pequeña bolsa para que el submarinista pudiera orinar en ella. Fue recién en los siglos XVIII y XIX que los primeros trajes fueron fabricados por los pioneros del buceo.

La imaginación de Da Vinci era tal para esa época, que sus ideas relacionadas con máquinas voladoras y planeadores sonaban disparatadas. Sin embargo su modelo de carcasa abierta, equipado con asientos y mandos para el piloto estableció las bases de la tecnología aérea. También ideó un proyecto de paracaídas, una estructura piramidal de base cuadrada con un lado y una altura de unos 7 metros. La evolución del paracaídas moderno, gracias al descubrimiento de nuevas fibras para tejidos y a los estudios para la regulación de la frenada de la caída, ha aportado soluciones a eso que Leonardo en su época y con aquellos materiales no podía concretar.

La lista de grande inventos sigue y se cuentan de a decenas, muchos de ellos fascinantes y que hoy en día se utilizan de manera cotidiana, pero algunos otros son bélicos y con características bastante espeluznantes.