Lo que tu lengua quiere decir: cómo es una lengua sana y qué signos podrían indicar problemas de salud

La lengua hace tanto por nosotros que bien merece un poco de atención para detectar cualquier alteración en su color o textura que pudiera indicar afecciones más profundas.

Salud, lengua
Los cambios en el color y textura de la lengua pueden ser indicio de otras afecciones.

La lengua puede revelar mucho sobre el estado de salud de su dueño. Este pequeño órgano, compuesto por ocho músculos, además de permitirnos hablar, comer y saborear, puede contener indicios de afecciones más profundas en nuestro organismo.

Una lengua sana suele ser de color rosado, más tenue o más intenso según cada persona. Debe ser flexible, móvil y no presentar dolor, inflamaciones ni lesiones.

Señales de alerta: cuando prestar atención a los cambios en la lengua

Cualquier cambio en el aspecto de la lengua puede ser señal de un problema de salud, tanto de la lengua misma como de la boca o de otra parte del cuerpo. Por eso, no está de más pararse unos segundos frente al espejo y mirarla en detalle.

Si aparecen cambios en el color hay que prestar atención. Si se suspende la higiene bucal durante varias horas o días, puede aparecer una capa blanca en la lengua. Los restos de comida y microbios generan una película delgada que se remueve con un cepillado y no suele indicar problemas mayores.

salud
La higiene de la lengua es importante para mantener la salud de la boca.

Pero si aparecen manchas blancas, cremosas y persistentes, puede tratarse de una candidiasis oral, la acumulación del hongo Candida albicans. Se trata de un microorganismo normal de la boca, que a veces puede proliferar en exceso y ocasionar estos síntomas, sobre todo en personas que tienen el sistema inmunitario inhibido o quienes toman ciertos medicamentos.

Una lengua demasiado roja y dolorosa puede ser señal de diversas afecciones. Entre las causas más comunes se encuentran las deficiencias nutricionales, como la falta de ácido fólico o vitamina B12, así como enfermedades como la anemia perniciosa, la enfermedad de Kawasaki y la escarlatina.

La lengua peluda negra (o lengua vellosa negra) es una afección que hace que la lengua se vea oscura y peluda. Suele producirse por la acumulación de células muertas de la piel en las protuberancias diminutas y redondeadas de la superficie de la lengua.

Sucede cuando se acumulan restos de alimentos, bacterias y células muertas en las papilas filiformes. Normalmente, estas papilas deberían desprenderse de forma natural, pero si no lo hacen, pueden crecer considerablemente. Aunque generalmente no causa dolor, puede aparecer con otros síntomas, como ardor, mal aliento y alteraciones en el sentido del gusto.

Las causas principales incluyen una higiene bucal deficiente y una dieta blanda. El consumo de café, tabaco y alcohol, y algunos medicamentos favorecen su aparición.

Cambios de textura

También hay que prestar atención a los cambios en la textura, que podrían estar asociados a problemas más serios. Una lengua agrietada puede indicar deshidratación, deficiencias nutricionales o el síndrome de boca seca.

Por el contrario, una lengua demasiado lisa y brillante puede ser un signo de anemia o enfermedades autoinmunes. Los bultos o lesiones pueden ser causados por aftas, herpes oral o cáncer.

Los cambios en la percepción de los sabores también pueden ser una señal que atender. El sabor metálico en la lengua puede estar relacionado con el consumo de medicamentos, pero también con infecciones o problemas sinusales. El sabor amargo suele asociarse a problemas hepáticos o del tracto biliar.

Por último, la sequedad bucal, o xerostomía, puede provocar dolor en la lengua. Muchos medicamentos, incluidos antidepresivos, antipsicóticos, relajantes musculares, analgésicos, antihistamínicos y diuréticos, pueden causar esta condición. La falta de humedad en la boca no solo genera incomodidad, sino que puede intensificar la sensación de ardor o dolor.

Lengua sana en cuerpo sano

La lengua –como otras partes del cuerpo- también requiere atención, cuidados y mantenimiento. Los consejos más elementales para tener una lengua sana son:

Buena higiene bucal. Cepillar la lengua lleva solo unos segundos. Se recomienda hacerlo suavemente, con un cepillo, desde atrás hacia adelante. También existen raspadores de lengua, pequeños instrumentos curvos de metal o plástico y se pueden utilizar solos o acompañados con el cepillo de dientes.

Lengua
Es recomendable cepillar la lengua junto con el lavado de dientes.

Hidratación y alimentación saludable. Ingerir suficiente agua y llevar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas.

Evitar los consumos irritantes, como alimentos ácidos, picantes o muy calientes.

Si aparecen cambios persistentes en la lengua, como dolor, enrojecimiento, hinchazón o lesiones, es importante consultar a un médico, en este caso un dentista, para que sea él quien realice los chequeos y realice un diagnóstico correcto.