Logran descubrir el secreto químico para el surgimiento de la vida
La investigación descubrió el secreto químico necesario para el surgimiento de la vida en la Tierra: conocimiento que, además de la implicación obvia, también podría conducir a avances significativos en el cuidado de la salud y en la curación de enfermedades graves.
Un descubrimiento publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ha intrigado a científicos de todo el mundo. Los investigadores esencialmente han descubierto la química detrás del origen de la vida.
Esta es la primera demostración de que las moléculas primordiales, aminoácidos simples, son capaces de formar péptidos espontáneamente en gotas de agua pura. En otras palabras, los científicos han descubierto un mecanismo para que ocurran reacciones complejas en agua pura.
Este es un hallazgo espectacular porque los péptidos en cuestión son básicamente los componentes básicos de todas las formas de vida, y el mecanismo detrás de su formación en la Tierra ha desconcertado a los científicos durante décadas.
Para que se forme la vida, hay una paradoja: el agua es necesaria, pero también es necesaria su ausencia, es decir, un lugar seco. Los aminoácidos llegaban frecuentemente a la Tierra a través de meteoritos y podían reaccionar y unirse para formar péptidos, proteínas y, finalmente, vida.
Pero curiosamente, el proceso requiere la pérdida de una molécula de agua, lo que se vuelve muy poco probable en un ambiente acuoso u oceánico. ¿Cómo resolver este problema?
¿Cómo descubrieron los científicos el secreto del origen de la vida en el planeta?
Para responder a esa pregunta, los investigadores pasaron más de 10 años usando espectrómetros de masas para estudiar las reacciones químicas en las gotas que contienen agua y descubrieron algo significativo: pueden ocurrir reacciones increíblemente rápidas en las costas del océano, donde las gotas de agua se encuentran con la atmósfera.
Por ejemplo, lugares donde el rocío marino vuela por el aire; donde las olas rompen lanzando gotitas al aire; o incluso donde el agua dulce pasa sobre una pendiente. Estos sitios son fértiles para la evolución potencial de la vida, ya que provocan reacciones químicas aceleradas.
Velocidades tan altas hacen que los catalizadores sean innecesarios, lo que acelera las reacciones y, en el caso de la química de la Tierra joven, permite la formación de los primeros seres vivos.
Además de representar un paso de gigante en la comprensión del propio ser humano, este descubrimiento podría orientar la búsqueda de vida en otros planetas e incluso, conducir a un desarrollo más rápido de fármacos para tratar peligrosas enfermedades.
"Si caminas por una universidad durante la noche, los edificios con las luces encendidas suelen ser los lugares donde trabajan los químicos sintéticos", dice Graham Cooks, profesor de la Universidad de Purdue (EE.UU.)." Sus experimentos son tan lentos que tardan días o incluso semanas en completarse".
"Usando la química de las gotas, pudimos construir un dispositivo que se está probando actualmente y debería acelerar la síntesis de nuevos productos químicos y posibles nuevos remedios para los problemas de salud ", dice Cooks.