Los 5 beneficios y propiedades de la nieve que no conocías

Como ya sabemos, las nevadas tienen su lado "A” y su lado “B”. El costado "A" muestra lo positivo: permite tener la reserva y almacenamiento de agua dulce, y gracias al posterior deshielo es posible el desarrollo de la vida en muchas zonas del planeta; la nieve también aporta su riqueza al desarrollo económico, lo hace a través de actividades turísticas en aquellos países (como en Argentina), en donde se puede explotar este recurso a través de distintos deportes y actividades invernales.

Mientras tanto, el lado “B”, es el costado difícil de sobrellevar, y suele ser el más popular. Las grandes tormentas de nieve que desencadenan: avalanchas destructivas y mortales, condiciones heladas que dificultan la supervivencia de los animales, caos y bloqueos en pequeños pueblos de alta montaña hasta en grandes ciudades, las personas quedan aisladas con un tránsito aéreo y terrestre totalmente paralizado, se le suman también los cortes de suministro eléctrico y por lo tanto de la calefacción, mientras el reinante ambiente helado domina por días.

Pero, en esta nota te presentamos un lado “C” de la nieve, un lado muy positivo y diferente que nos habla específicamente de las propiedades de estos copos de nieve y que tal vez no conocías. Te los resumimos en cinco grandes beneficios que te asombrarán.

1- La nieve es un insecticida y plaguicida natural

La nieve actúa como un insecticida natural, ayudando a controlar y eliminar: plagas, insectos y hongos, que no soportan las temperaturas extremas, por ejemplo, en la planta de la vid. Las nevadas y las bajas temperaturas que la acompañan, realizan un efecto cicatrizante de aquellas heridas como consecuencia de la poda de la planta, dado que ayudan a formar una capa cicatrizante que dificulta el acceso a hongos y enfermedades en la vid, curando completamente las lesiones.

Los viñedos son cultivos muy resistentes, y los ingenieros agrónomos hacen hincapié en que no es casualidad que el periodo de nevadas coincida justamente con su parada vegetativa, momento en el cual la vid concentra la savia en sus raíces deteniendo su circulación, este es un perfecto mecanismo de defensa para hacer frente a las bajas temperaturas.

Y ya que estamos hablando de la vid, la nieve le otorga un gran beneficio a la tierra para su cultivo que es un método de hidratación ideal, mucho mejor que el de precipitación en estado líquido (lluvia). El aporte de agua congelada que se encuentra en la tierra durante el invierno es lentamente absorbido por la tierra, hidrata los tallos, pero además cumple la función de reserva de agua para los meses más secos.

2- Las nevadas mejoran la calidad del aire que respiramos

Las precipitaciones de nieve (y también de lluvia) juegan un papel primordial como agente de renovación y limpieza de la atmósfera, contribuyendo a reducir la contaminación y mejoran el aire que respiramos.

Los copos de viene capturan y/o empujan a los partículas contaminantes en su trayecto de caída hacia el suelo, disminuyendo la concentración de partículas nocivas en el aire. Tanto las gotas de lluvia como los copos de nieve realizan un efecto de purificación y limpieza porque arrastran las partículas que se encuentran en suspensión, dejándonos un aire mucho más puro para respirar.

3- Las nevadas disminuyen las reacciones alérgicas a las plantas

Por el mismo mecanismo mencionado anteriormente, las nevadas también liberan el aire que respiramos de los molestos pólenes en suspensión, que son la pesadilla de los alérgicos. Los copos arrastran y depositan las partículas de polen dispersas en la atmósfera hacia el suelo, reducen la concentración de estos alérgenos en el aire.

Debido a la humedad que han adquirido y al mayor peso que tienen, el polen se queda en el suelo sin llegar a afectar a las vías respiratorias de las personas. Por eso, para evitar la exposición a cualquier desencadenante de signos y síntomas de alergia, los médicos recomiendan a los alérgicos no exponerse los días secos y con viento, y en contrapartida, recomiendan que el mejor momento para salir es después de una buena nevada o lluvia.

Cuando hablamos de frío y alergias, de debe tener en cuenta que lo mencionado anteriormente es sólo válido para la relación nevada-alergia al polen. Aquellos alérgicos “al frío” padecen las nevadas y sus temperaturas gélidas con urticaria: ronchas temporales que causan picazón en las zonas de la piel que quedaron expuestas al frío y la nieve.

4- Las nevadas nos ayudan a dormir mejor

La melatonina es una hormona producida por el organismo de manera natural, conocida como “la hormona del sueño”, porque regula los ciclos de sueño-vigilia. Las nevadas favorecen la liberación de melatonina en nuestro cuerpo.

Cuando el Sol está presente en el cielo nuestro organismo deja de producir melatonina, su luz causa que la retina del ojo envíe impulsos continuos a la glándula pineal, deteniendo la producción de melatonina. Pero, en los casos de días con nevadas cuando la oscuridad prevalece y los impulsos de luz que se envían al cerebro son muy bajos, entonces la glándula pineal comienza a secretar melatonina, la cual induce al sueño. Lo mismo ocurre los días de lluvia, al ponerse el sol o simplemente los días nublados.

5- Las nevadas y el frío fortalece el corazón y podrían aumenta la longevidad

Los médicos explican que las bajas temperaturas mejoran la circulación sanguínea, esa vasoconstricción favorece el retorno venoso, como un símil del drenaje linfático. Durante y después de las nevadas el ambiente queda lo suficientemente helado, eso contribuye a mejorar la circulación de la sangre.

Activar y acelerar nuestra circulación tiene varios beneficios, por ejemplo, el torrente sanguíneo ayuda al sistema linfático a reciclar todas las células muertas que han sobrevenido tras una actividad física en ese ambiente frío.

Con respecto al aumento de la longevidad, un grupo de científicos de la Universidad de Colonia, Alemania, investigaron si las bajas temperaturas podrían aumentar nuestra esperanza de vida. El estudio publicado en Nature Aging, concluye en que el frío impulsa un proceso por el cual las proteínas dañadas se eliminan de las células.

Por otro lado, un estudio publicado en la revista North American Journal of Medical Sciences concluye que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares varía según la estación del año y aumenta durante los meses de más frío.

Aunque aún queda mucho por investigar sobre la relación entre el frío y el envejecimiento, se sabe que la temperatura interna media del cuerpo de los humanos ha ido disminuyendo paulatinamente a lo largo del tiempo y esto puede haber influido en el aumento de la longevidad.