Los anillos de los árboles revelan el verdadero calentamiento del periodo cálido medieval

Durante décadas, el "periodo cálido medieval" fue considerado un capítulo de calentamiento excepcional en la historia de la Tierra. Sin embargo, los anillos de los árboles desafían esta creencia arraigada.

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El "periodo cálido medieval" fue considerado un capítulo de calentamiento excepcional en la historia de la Tierra

Durante mucho tiempo, la "anomalía climática medieval" resultó un enigma para los científicos dedicados al estudio del clima del pasado. Se sostenía que durante ese período, que engloba la Edad Media y los siglos siguientes, las temperaturas predominantes habían sido inusualmente cálidas, incluso más elevadas que las que experimentamos en la era contemporánea.

La evidencia de este patrón climático se encontraba a simple vista en los anillos de los árboles. Sin embargo, las causas de este calentamiento no estaban completamente resueltas, y los investigadores no lograban encontrar una explicación física que representara en los modelos climáticos semejante nivel de calidez excepcional. Por ende, las simulaciones solo arrojaban evidencia de temperaturas moderadamente cálidas para dicho período.

No obstante, un nuevo descubrimiento emerge para replantear lo que hasta ahora creíamos saber. Una investigación que emplea novedosas técnicas para analizar los anillos de los árboles sugiere que, quizás, esa época no fue tan cálida como previamente habíamos supuesto.

Testigos de la variabilidad climática

Los árboles pueden almacenar información sobre los cambios en el clima a lo largo del tiempo, y el estudio de los anillos se usa desde hace décadas para extraer esta información y utilizarla para mejorar nuestra comprensión del cambio climático pasado y actual.

Pero ahora, un equipo de científicos del Instituto Federal Suizo para la Investigación de Bosques, Nieve y Paisajes WSL desarrolló una nueva técnica de precisión. Mediante el uso de un láser se puede medir el grosor de las células de la madera del árbol, lo que permite a los científicos calcular la información del árbol con una precisión de hasta un año.

"Las reconstrucciones anteriores se basan en el ancho o la densidad de los anillos de los árboles anuales", explica Georg von Arx del Instituto Federal Suizo para la Investigación de Bosques, Nieve y Paisajes WSL. "Ambos dependen en gran medida de la temperatura , pero a veces otros factores juegan un papel en qué tan ancho o denso se vuelve el anillo de un árbol".

Los árboles pueden almacenar información sobre eventos históricos, como incendios forestales, sequías y plagas, y la dendrocronología de precisión puede utilizarse para extraer esta información y utilizarla para comprender mejor la historia natural del planeta.

Así fue como los científicos se sumergieron en la tarea de medir de manera directa el grosor de las paredes celulares en los anillos de los árboles. Este enfoque permitió un análisis más agudo y esclarecedor. Los resultados arrojan luz sobre la "anomalía climática medieval", revelando que no fue un período de calor excepcional como se suponía, al menos en la región de Escandinavia que fue objeto del estudio.


En cambio, las temperaturas eran más frescas de lo que se había imaginado. Este hallazgo apoya las bases de los modelos climáticos actuales y señala hacia un hecho innegable: el calentamiento actual del planeta es verdaderamente único en los últimos 1.200 años.

El periodo cálido Medieval

El período cálido medieval se refiere a una etapa de calentamiento que transcurrió entre los años 900 y 1250 d.C. Durante este lapso, se presume que las temperaturas globales ascendieron de 1 a 2 °C por encima de las condiciones actuales, lo cual ejerció un impacto considerable tanto en el clima terrestre como en la humanidad.

Durante este periodo, los vikingos se beneficiaron de la disminución de las capas de hielo en los mares, lo que les permitió colonizar regiones como Groenlandia y otras tierras circundantes en el norte de Canadá, expandiendo así sus dominios. En paralelo, en gran parte de Europa se observaron mejoras en la producción agrícola, con la adopción de nuevos cultivos y actividades. Un ejemplo notorio es el cultivo de uvas, que propició el florecimiento de la producción de vino en la región.

El cálido período medieval terminó en el siglo XIII, y fue seguido por un período de enfriamiento conocido como la Pequeña Edad de Hielo.

Aunque durante mucho tiempo se consideró que el periodo medieval implicó un cambio climático a nivel mundial, las investigaciones más recientes han arrojado resultados diferentes. Actualmente, no se han encontrado pruebas concluyentes de que este calentamiento haya tenido un alcance global, limitándose mayormente a la región europea. De hecho, las evidencias sugieren que a escala global, la situación podría haber sido exactamente lo contrario.

Los datos recopilados de diversas fuentes, como núcleos de hielo, anillos de árboles y depósitos en lagos, indican que en términos globales, la temperatura terrestre durante el Periodo Cálido Medieval podría haber sido incluso ligeramente más fría, con una diferencia aproximada de 0,03 °C, en comparación con los registros de temperaturas a principios y mediados del siglo XX. Estas conclusiones desafían la idea previamente sostenida de un calentamiento generalizado durante esa época y resaltan la complejidad de los patrones climáticos históricos en diferentes partes del mundo.