Los dientes de leones del siglo XIX indican que los animales también se alimentaban de humanos
Una nueva investigación ha analizado los restos (dientes) de leones del siglo XIX que habitaban África y ha descubierto que los humanos formaban parte de su dieta.
En un nuevo estudio, los investigadores analizaron los dientes de dos leones que vivieron en Kenia en la década de 1890, y que habían estado en exhibición en el Museo Field de Historia Natural de Chicago, Estados Unidos, desde 1925.
Los análisis de ADN identificaron qué especies formaban parte de la dieta de los animales en ese momento, y trajeron una sorprendente revelación: los humanos estaban entre sus últimas comidas, es decir, también formaban parte de la dieta de los feroces animales.
El descubrimiento fue informado recientemente en un artículo de la revista Current Biology.
La dieta de los leones “devoradores de hombres”
En 1898, dos leones se encargaron de atacar y devorar al menos a 28 personas en un campo de trabajadores en la región cercana al río Tsavo, en el oeste de Kenia, un país del este de África. Los felinos, que pasaron a ser conocidos como los “devoradores de hombres de Tsavo” , fueron asesinados a tiros después.
Los restos (dientes) de los dos animales se utilizaron en la investigación para reconstruir su pasado y, como comenta Ripan Malhi, uno de los coautores del estudio, “los resultados informan sobre la ecología y la dieta de los leones en el pasado, como así como sobre los impactos de la colonización en la vida y la tierra en esta región de África”.
La investigación recolectó muestras de cabello y caspa de las cavidades dentales. Así, en una investigación genómica del pelaje, los investigadores extrajeron y secuenciaron el material genético (ADN) almacenado en estas muestras para comprender mejor cuál era la dieta de los leones.
Los análisis encontraron material genético de jirafas, oryx, antílopes acuáticos, cebras y ñus. Pero la sorpresa fue que había ADN humano en los dientes, lo que sugiere que las personas también formaban parte de la dieta de los animales. También se encontró la presencia de un solo pelo de búfalo identificado mediante microscopía.
Además, otro hecho sorprendió a los investigadores: no había ñus en la región del río Tsavo, donde vivían los leones. El registro más cercano de ñus en ese momento fue a más de 80 kilómetros de donde fueron asesinados los leones.
Alida de Flamingh, de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y autora principal del estudio, sugiere dos hipótesis para explicar esto: o los leones de Tsavo viajaron más lejos de lo que se creía anteriormente, o los ñus estaban presentes en la región de Tsavo durante ese tiempo.
Pero el trabajo aún no ha terminado... los investigadores quieren detallar más los análisis del ADN contenido en los dientes de los leones para entender cuáles eran sus preferencias alimentarias en función de la edad de cada animal.
Referencias de la noticia:
Flamingh, A. et al. Compacted hair in broken teeth reveals dietary prey of historic lions. Current Biology, 2024.
IFLScience. “Ancient DNA From The Infamous "Tsavo Man-Eater” Lions’ Teeth Reveals Human Hair”. 2024.