Los efectos de la erupción del volcán submarino Tonga persistieron por dos años pero hoy ya son casi nulos

La erupción de un volcán subterráneo en cercanía de Tonga emitió grandes cantidades de partículas y agua hasta la estratósfera. Ahora se determinó que sus efectos duraron casi 2 años y ahora se redujeron casi a cero.

Hunga Tonga–Hunga Ha‘apai
Erupción del volcán submarino Hunga Tonga–Hunga Ha‘apai vista desde la estación espacial Internacional. Fuente: Earth Observatory.

Fue un 15 de enero en el año 2022. Esa fecha no fue una más para la Tierra. Es que ese día el volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai hizo erupción y dio lugar a un poderoso tsunami que destruyó viviendas y causó cuatro muertes en toda la cercana Tonga. Pero otro efecto más duradero de esta gran erupción fue la enorme cantidad de columnas de aerosol y vapor de agua que lanzó hacia el cielo, penetrando hasta la estratosfera, tal como lo incida Eos.

La erupción del volcán Hunga ha sido a mayor explosión submarina jamás registrada por instrumentos científicos modernos, y sobre la que se pudo hacer un seguimiento en tiempo real. Un reciente estudio señala que sus efectos duraron 2 años y afectaron especialmente al hemisferio sur. Hoy el forzamiento climático a raíz de la erupción ha disminuido casi a cero.

Hasta hoy la comunidad meteorológica sabía que esa gran cantidad de agua lanzada a la atmósfera y el vapor acumulado en la estratósfera tenía efectos sobre la circulación general, y se estaba sumando a la variabilidad natural del clima. Pero ahora el resultado de una reciente investigación no solo confirma este punto, sino que ha determinado que los efectos sobre el clima persistieron durante dos años.

El estudio fue comandado por M. R. Schoeberl del Science and Technology Corporation (Maryland). Allí investigaron cómo la erupción del volcán Hunga afectó al clima en el hemisferio sur durante los dos años siguientes. Como conclusión, descubrieron que, en el año posterior a la erupción, el efecto de enfriamiento provocado por los aerosoles volcánicos que reflejaban la luz solar hacia el espacio exterior fue más fuerte que el calentamiento causado por los vapores de agua que atrapaban el calor en la atmósfera.

Efectos reducidos casi a cero

Pero la investigación fue más allá y demostró que la mayoría de los efectos del volcán se habían disipado a fines de 2023. Los investigadores utilizaron datos satelitales para examinar cómo cambiaron los aerosoles, gases y temperaturas estratosféricos después de la erupción. Se supo que la erupción aportó alrededor de 150 megatones métricos de vapor de agua a la estratosfera, una cantidad tan alta que elevó los niveles globales de vapor de agua estratosférico en aproximadamente un 10 %.

Esta inyección masiva de agua enfrió las temperaturas en la estratosfera tropical en 4 °C en marzo y abril de 2022. A su vez, este enfriamiento temporal creó un patrón de circulación secundaria que llevó a una reducción de los niveles de ozono a lo largo de 2022. La erupción del volcán submarino Hunga también liberó entre 0,5 y 1,5 megatones métricos de dióxido de azufre a la estratosfera. El dióxido de azufre produce aerosoles de sulfato que reflejan la luz solar y pueden provocar una reducción del forzamiento radiativo de la superficie, o la diferencia entre la radiación entrante y saliente.

El efecto del dióxido de azufre puede provocar un enfriamiento global si la carga de aerosoles es lo suficientemente grande, como sucedió en la erupción del monte Pinatubo en 1991, que liberó alrededor de 20 megatones métricos de dióxido de azufre. La carga de aerosoles del Hunga no fue muy grande y sus efectos se limitaron principalmente al hemisferio sur en 2022 y 2023.

La erupción que se monitoreó en tiempo real

Aunque la erupción del volcán subterráneo afectó brevemente al equilibrio radiativo de la Tierra, ese cambio fue muy pequeño: una disminución global del flujo radiativo de menos de 0,25 vatios por metro cuadrado durante el período de dos años antes de que volviera a los niveles previos a la erupción. Como referencia , a nivel global, la superficie de la Tierra, los océanos y la atmósfera absorben un promedio de unos 240 vatios de energía solar por metro cuadrado a lo largo de un año.

Este breve cambio significa que la erupción de Hunga puede haber causado un ligero enfriamiento en el hemisferio sur, pero los investigadores dicen que sería difícil obtener esa misma información solo a partir de observaciones meteorológicas. Como conclusión, el estudio logró determinar que los efectos del volcán persistieron al menos por dos años posteriores a la erupción.

Todo indica que la circulación fue mayormente afectada en el hemisferio sur, y en una medida mucho menor sobre el hemisferio norte. Si bien con la información disponible no se pueden sacar conclusiones terminantes, los niveles de partículas en la estratósferas y contenido de vapor de agua ya estarían dentro de los niveles anteriores a la erupción. Una de las frases del informe es terminante al indicar que “el forzamiento climático de Hunga ha disminuido a casi cero para finales de 2023”.

Referencia de la noticia:

Schoeberl, M. R., Wang, Y., Taha, G., Zawada, D. J., Ueyama, R., & Dessler, A. (2024). Evolution of the climate forcing during the two years after the Hunga Tonga-Hunga Ha'apai eruption. Journal of Geophysical Research: Atmospheres, 129, e2024JD041296. https://doi.org/10.1029/2024JD041296