Los sitios de surf son poderosos aliados en la lucha contra el cambio climático, indica un innovador estudio
Además de su belleza natural y la emoción que provoca el sortear grandes olas, una investigación considera que los sitios de surf son un poderoso aliado en la lucha contra el cambio climático.
Una innovadora investigación llevada a cabo por Conservation International, Oregon State University, California State University y Save the Waves, han descrito el potencial que las zonas donde se practica surf, además de ser sitios cada vez más reconocidos donde ocurren fenómenos socioambientales que brindan oportunidades para la conservación de la biodiversidad y beneficios sostenidos para las comunidades locales, tienen el beneficio adicional de brindar una mejor conservación de los ecosistemas que albergan y rodean las olas debido a su coincidencia con los ecosistemas costeros densos en carbono.
Mediante el mapeo de más de 4.800 lugares populares para surfear en 113 países del globo, los investigadores descubrieron que almacenan alrededor de 88 millones de toneladas de carbono, cantidad equivalente a las emisiones de 77 millones de automóviles propulsados por nafta.
Esta es la primera vez que se mide el carbono almacenado en los manglares y bosques que rodean lugares populares para surfear, lo que le da un mayor sustento a la necesidad de su protección.
Manglares y surf
Para muchos, la práctica del surf suele ser un estilo de vida, mientras que para otros son un deporte atractivo y divertido. Sin embargo, la mayoría de la gente desconoce que muchas de las mejores zonas del mundo se encuentran cerca de manglares y bosques costeros, marismas y pastos marinos, ecosistemas conocidos por almacenar enormes cantidades de carbono. Y además son maravillosos ecosistemas, ya que proporcionan el hábitat ideal para una amplia gama de vida silvestre.
Como muestra de los beneficios que brindan hábitats como los manglares, vale mencionar que, por kilómetro cuadrado, los manglares pueden almacenar tanto carbono como las emisiones anuales de 90.000 automóviles. No solo eso, los manglares, bosques y pastos marinos también son fundamentales en la reducción de la vulnerabilidad de las regiones costeras a fenómenos extremos.
Según Scott Atkinson, surfista y líder del Programa de Conservación del Surf, de Conservation International, y coautor del estudio, “Las olas, la naturaleza y el carbono están íntimamente ligados. Esta investigación se basa en un estudio publicamos hace unos años y descubrimos que más de una cuarta parte de las olas en todo el mundo están ubicadas cerca de puntos críticos de biodiversidad, pero no tienen protección formal”.
Ecosistemas sin protección
El problema radica en que sólo el 3 por ciento de los ecosistemas de surf que contienen altas cantidades de biodiversidad y carbono están protegidos de amenazas ambientales como el desarrollo costero insostenible, la destrucción del hábitat, la contaminación plástica y la sobrepesca. Y menos de un tercio de todos los ecosistemas de surf en todo el planeta están protegidos.
Este estudio busca fortalecer los argumentos a favor de proteger las olas y los ecosistemas circundantes para salvaguardar la biodiversidad y luchar contra el cambio climático. Se pretende que los gobiernos locales, estatales y nacionales puedan crear “áreas protegidas de surf” que cuenten con regulaciones formales para prevenir actividades que puedan impactarlos negativamente. Los 35 millones de surfistas en todo el mundo son aliados para la conservación natural de estos sitios.
Es que al igual que sucede con el buceo, los surfistas son los primeros interesados en la salud de estos ecosistemas. Si se destruyera un lugar icónico para el buceo como lo es un arrecife, los buzos dejarían de ir y el turismo -y sus ingresos- caerían, con lo que también repercutiría en la comunidad local.
Con este estudio se pretende que los surfistas y el turismo de surf se conviertan en una fuerza más fuerte para la conservación de estos ecosistemas.
Áreas protegidas para Surf
Conservación Internacional es una organización que desde 1987, combina trabajo de campo con innovaciones en ciencia, políticas y finanzas, para ayudar a proteger más de 6 millones de kilómetros cuadrados de tierra y mar en más de 70 países.
Junto con sus socios, ha creado 23 “Áreas Protegidas para Surf” en Indonesia y continúa trabajando para fortalecer las áreas protegidas en Costa Rica, Perú y Brasil. Más de 70 sitios de olas y sus ecosistemas circundantes cuentan ahora con protección legal contra el desarrollo turístico insostenible, la deforestación, la extracción de corales, de arena y la protección contra la sobrepesca y otras amenazas que podrían dañar su biodiversidad y su capacidad para almacenar carbono.
El cambio climático, el desarrollo costero y el aumento del nivel del mar se están acelerando, poniendo en riego los ecosistemas de surf. Por esta razón, los hallazgos de este estudio ayudarán a protegerlos, que también es una forma de protegernos.
Surf spots are climate hotspots, study finds
Bukoski, J. J., Atkinson, S. R., Miller, M. A. S., Sancho-Gallegos, D. A., Arroyo, M., Koenig, K., Reineman, D. R., & Kittinger, J. N. (2024). Co-occurrence of surf breaks and carbon-dense ecosystems suggests opportunities for coastal conservation. Conservation Science and Practice, e13193.