Marte fue frío y seco en el pasado, según un estudio reciente

Desde hace décadas, Marte figura entre los planetas más estudiados de nuestro sistema solar. Numerosas misiones espaciales se han centrado en este planeta, algunas de las cuales siguen activas y continúan analizando a nuestro primo.

Marte
El planeta rojo sigue ocultando muchos misterios, ahora quizá uno menos.

Desde la década de 1960, la Unión Soviética y Estados Unidos han intentado repetidamente llegar a nuestro vecino Marte para estudiarlo mejor. A estos dos países se unieron luego Japón, la Unión Europea , India, Emiratos Árabes Unidos y China, para un total de decenas y decenas de misiones con el objetivo de analizar este planeta con importantes similitudes con el nuestro.

A Marte se enviaron módulos de aterrizaje, orbitadores y rovers, lo mejor que podía tener la tecnología mundial, y esto ha hecho que sin duda esté entre los planetas sobre los que más información tenemos.

Sin embargo, todavía no sabemos con certeza cuál fue el pasado de Marte, cómo era hace miles de millones de años, qué clima había y por tanto si era posible o no la presencia de formas de vida.

Un resultado algo sorprendente

Siguiendo esta línea de investigación, un grupo de científicos liderados por la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV), en Estados Unidos, intentó comprender cómo era el planeta mucho antes de que empezáramos a observarlo.

Para ello, los científicos trabajaron por analogía, es decir, compararon las características químicas y mineralógicas de un lugar particular de Marte, concretamente el cráter Gale, con algunos lugares terrestres que podrían tener algunas características en común con el planeta rojo.

No es la primera vez que se utilizan rocas para comprender el clima de un planeta, de hecho es una práctica bastante habitual, esto se debe a que en estos minerales pueden existir rastros que indican cómo ha cambiado el paisaje del planeta con el tiempo.

Paisaje de Marte
Probablemente por su color cálido, imaginarlo gélido y árido parece casi un oxímoron.

Por ello, se decidió analizar algunos fragmentos de roca del cráter Gale que nos envió el rover Curiosity.

Evidentemente, la elección del lugar de origen de las rocas no es en absoluto aleatoria, de hecho se trata de un paleo-lago, es decir, un lugar donde antiguamente fluía agua. Sin embargo, no sabemos cuáles eran las condiciones climáticas y ambientales en aquella época, es decir, hace entre 3 y 4 mil millones de años.

Gracias al análisis químico realizado al material extraído del cráter Gale, además de haber encontrado hierro y sílice en abundancia pero poca presencia de aluminio, también se encontró un material particular llamado "material amorfo de rayos X" , un tipo de material que en trabajos anteriores había sido catalogado como precursor de los materiales arcillosos, bastante abundantes en la Tierra.

Se analizaron tres localizaciones terrestres y al final sólo en una de ellas se encontraron materiales químicamente análogos al material amorfo de rayos X de Marte.

Un clima frío y árido

Quizás te sorprenda, pero el lugar donde se encontró esta analogía tiene un clima subártico, con temperaturas que varían entre los -7,0 grados centígrados en enero (en invierno) y los 15,7 grados en agosto (en pleno verano), con una temperatura media anual de 3,9 grados. Hablamos de la Isla de Terranova, Canadá.

Lo que los investigadores pudieron deducir de estos resultados es que probablemente en el pasado en la zona del cráter Gale de Marte, estuvo presente un clima subártico fresco y relativamente húmedo, seguido de condiciones secas y heladas a largo plazo.