El gran misterio: ¿cambia la energía oscura con el tiempo?
Se cree que la energía oscura representa alrededor del 70% del contenido energético y, dada su importancia, algunos la llaman el motor del universo, porque es responsable de la expansión cada vez más rápida del cosmos.
Aunque se desconoce el origen de esta energía, se sabe que es inherente al propio espacio y que no interactúa con nada salvo con la gravedad, oponiéndose a ella. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que algunas de las propiedades que la componen han cambiado con el tiempo.
En otras palabras, si este descubrimiento resulta ser cierto, significa que si la relación entre la presión de la energía oscura y su densidad se estabiliza en valores inferiores a -1 en el futuro, las galaxias podrían desgarrarse hasta que el universo colapse finalmente en una fría y oscura nada.
¿A qué se refiere la energía oscura?
El universo en el que vivimos sigue siendo extremadamente misterioso y vasto para el conocimiento humano. Aunque cada vez sabemos más sobre él, siguen surgiendo muchas preguntas con cada nuevo descubrimiento. Así, hay algo que vuelve locas incluso a las mentes humanas más brillantes: la teoría de la energía oscura.
Si pensamos que sólo podemos ver la materia visible, y que ésta representa sólo el 5% de todo el universo, imaginemos lo pequeño que es el panorama que vemos. Entonces, ¿qué constituye el resto? Según las últimas estimaciones, el 23% sería materia oscura y el 72% energía oscura.
Sin embargo, es difícil identificar qué es la materia oscura y en qué consiste. Las investigaciones, que comenzaron en los años 90, confirman que la materia oscura es la razón por la que el universo se expande cada vez más rápido, principalmente porque esta energía permite establecer una relación entre la presión que ejerce y su densidad, que ha cambiado a lo largo de la historia del cosmos.
La aceleración cósmica y el nacimiento de la energía oscura
Hace más de dos décadas, el descubrimiento de la aceleración cósmica transformó la visión que los astrofísicos tenían del universo. Aún hoy, después de tantos años, el misterio que se oculta tras la expansión universal sigue sin resolverse. Aunque existen muchas teorías, aquí es donde entra en juego la energía oscura.
Cuando se habla de teorías sobre el universo, un nombre está siempre omnipresente: el gran Einstein. En lugar de teorías, este genio parece habernos dejado predicciones, ya que todo lo que dijo se está confirmando.
En este caso, Einstein sostenía que existía una constante cosmológica fundamental, una especie de líquido, fluido o energía que llenaba el espacio y que, en este caso, era la culpable de la aceleración del universo, y a la que se llamó energía oscura.
Desde que se identificó por primera vez, los astrónomos han desarrollado diversos métodos para detectar esta fuerza, la mayoría de los cuales consisten en estudiar objetos al principio del universo y medir la velocidad a la que se alejan de nosotros. Analizar los efectos de la energía oscura hace miles de millones de años no es fácil: al ser débil entre las galaxias, se ve fácilmente superada por las fuerzas mucho más fuertes dentro de ese cúmulo de cuerpos celestes.
Gracias a ello, se pudo saber que el ritmo de expansión del universo se estaba acelerando debido a la presión repulsiva producida por la energía oscura.
Entonces, ¿la energía oscura está cambiando o no?
Coordinados a través de la colaboración internacional BOSS, y combinando diversos datos cosmológicos, incluida la radiación de fondo de microondas, una forma de radiación electromagnética presente en todo el universo y conocida como el "eco del Big Bang", los investigadores descubrieron que la energía oscura está cambiando.
Tuvieron que medir con absoluta precisión el ritmo de expansión del universo en varios momentos de su historia, combinando información de objetos muy cercanos y muy lejanos para reconstruir los distintos ritmos.
Aunque existe la posibilidad de que esta variación en las propiedades de la energía oscura sea el resultado de fluctuaciones artificiales en la adquisición de datos, esta opción es poco probable debido a "la calidad y cantidad" de la información cosmológica obtenida, según uno de los investigadores.
Esta nueva concepción de la energía oscura como una entidad dinámica y mutable ha alimentado una serie de teorías, aún incipientes, que intentan explicar este fenómeno y vislumbrar sus consecuencias. De momento, si se confirman algunos de los datos, la hipótesis del "Big Rip" como destino final del cosmos, propuesta por algunos teóricos de la astrofísica, podría ganar peso.