Nueva visión sobre los misterios de la Puerta de Babilonia, gracias a las técnicas del arqueomagnetismo
Con nuevas técnicas de arqueomagnetismo, investigadores han revelado algunas interrogantes que rodean el misterio del antiguo monumento babilónico
Un reciente estudio realizado con técnicas de arqueomagnetismo ha reavivado el debate científico sobre la datación de las tres distintas fases constructivas de la Puerta de Babilonia, o Puerta de Ishtar, identificadas por excavaciones arqueológicas anteriores.
El monumento, cuya construcción fue ordenada por el rey Nabucodonosor II (que reinó del 605 al 562 a. C.) en honor a la diosa del amor y la guerra Ishtar, se conserva hoy en el Museo de Pérgamo de Berlín y es famoso por sus ladrillos de terracota cubiertos de esmalte azul y bajorrelieves.
El estudio sobre la Puerta de Babilonia
Un equipo internacional de investigadores del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, el Museo de Pérgamo de Berlín y las universidades de San Diego (EE.UU.) y Tel Aviv (Israel) analizaron fragmentos muy pequeños (de menos de 3 milímetros) de cinco ladrillos pertenecientes a tres fases diferentes de construcción de la Puerta para intentar comprender si existe o no una correlación temporal entre los diferentes momentos de construcción de la Puerta y el desenlace de las guerras libradas por el rey babilónico, que derrotó a los egipcios en la batalla de Karkemiš y conquistó la ciudad de Jerusalén en 586 a.C.
“Las muestras fueron analizadas con la técnica de la arqueointensidad, es decir, el análisis de la fuerza del campo magnético terrestre que queda 'impreso' en los ladrillos en el momento de su fabricación”, explica Anita Di Chiara, investigadora del INGV y coautora del artículo.
“Si los ladrillos se hubieran producido al mismo tiempo, habrían registrado la misma intensidad del campo magnético. Si, por el contrario, los valores de intensidad del campo magnético medidos en el laboratorio fueran diferentes, significaría que fueron fabricados en momentos diferentes”, añade.
La datación arqueomagnética como técnica de estudio
La datación arqueomagnética suele presentar incertidumbres de siglos porque las variaciones del campo magnético terrestre son muy lentas. Sin embargo, en este caso concreto se produce una anomalía de campo, la llamada "anomalía de la Edad del Hierro" , que hizo variar muy rápidamente la intensidad del campo magnético terrestre a lo largo de algunos siglos.
“Los análisis que llevamos a cabo en el Laboratorio de Paleomagnetismo de la Universidad de San Diego revelaron que la intensidad registrada es estadísticamente indistinguible y probablemente posterior a la conquista de Jerusalén en el 586 a.C.”, concluye Di Chiara.
Aunque el estudio no proporciona una respuesta concluyente sobre las consecuencias de los hechos, sí demuestra que incluso pequeñas muestras de material son suficientes para realizar estudios de arqueomagetismo. Esta evidencia abre la posibilidad de que en un futuro estudios de este tipo también puedan extenderse al resto de la antigua Mesopotamia, una región rica en construcciones milenarias que podrían ofrecernos nuevos puntos de vista para nuestras investigaciones científicas.
Referencia de la noticia:
Di Chiara A, Tauxe L, Gries H, Helwing B, Howland MD, Ben-Yosef E (2024) An archaeomagnetic study of the Ishtar Gate, Babylon. PLoS ONE 19(1): e0293014. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0293014