¿Por qué el año 536 fue el peor de la historia?
Aunque muchos creen que el 2020 podría postularse para este título, historiadores de Harvard consideran que el año 536 merece el primer puesto. ¿Qué fue lo que ocurrió?
Michael McCormick, profesor de historia de Harvard, lleva años estudiando la historia y documentando las catástrofes más devastadoras ocurridas en Europa. Y después de estudiar 20 siglos de calamidades en el Viejo Continente, el historiador concluyó que el año 536 "fue el comienzo de uno de los peores períodos, si no el peor" para estar vivo.
Entre el 535 y el 536 hubo una serie de sucesos que provocaron un enfriamiento del hemisferio norte, un hecho que se conoce como Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía (LALIA, por sus siglas en inglés). Durante estos años hubo nevadas en lugares insólitos y una intensa niebla cubrió el cielo de Europa, Oriente Medio y partes de Asia por 18 meses, sumergiendo en 24 h de oscuridad a toda la región. Debido a esa niebla, el sol perdió su brillo, las temperaturas de verano cayeron entre 1,5 y 2,5 °C, y comenzó la década más fría en los últimos 2.300 años.
Se perdieron los cultivos en todos los países europeos, asiáticos y africanos, y la hambruna se expandió durante muchos años. Este período de frío y hambre llevó a un estancamiento económico, que sumado a un brote de la peste bubónica, en el año 541, provocó la muerte de casi la mitad del Imperio Bizantino.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Las investigaciones evaluaron un testigo de hielo de 72 metros de largo, proveniente de un glaciar suizo. Allí se veían 2.000 años de registros, que mostraron evidencias de que lo que cubrió el cielo del hemisferio norte no era niebla. En realidad, era ceniza procedente de una enorme erupción volcánica ocurrida en Islandia que inauguró lo que sería un gran "periodo negro", en todos los sentidos.
Y la de Islandia no fue la única erupción. A la del año 536 le siguieron dos erupciones masivas, en los años 540 y 547. Esta situación fue tan magnífica, que alteró los patrones climáticos globales y los cultivos de los años siguientes. Las cosechas agrícolas no dieron frutos y la hambruna afectó a buena parte de la población durante un largo período.
La crisis duró hasta el año 640, cuando otra señal en el hielo, un pico en el plomo en el aire, marca un resurgimiento de la minería de plata y, por tanto, de la economía de los habitantes del Viejo Continente. En el hielo también se ven otros sucesos, como un segundo pico de plomo en el año 660, que marca la importancia de la plata en la economía medieval emergente, y la desaparición del plomo del aire durante la peste negra (1349 a 1353), que revela cómo la economía se había detenido nuevamente.