¿Por qué se extinguió el Megalodón?
¿Cómo se extinguió el Megalodón, el mayor depredador marino que jamás haya surcado los océanos, hace unos 3,6 millones de años? Un nuevo estudio ofrece nuevas respuestas.
El Megalodón, que significa "dientes grandes", es el mayor tiburón que ha surcado los océanos desde la formación de la Tierra. Vivió entre el Mioceno, hace unos 23 millones de años, y desapareció en el Plioceno, 3,6 millones de años antes de nuestra era.
Pero, ¿cómo se extinguió este depredador digno de una película de ciencia ficción?
¡Un tiburón gigante de más de 15 m de largo!
Este tiburón pertenece a la familia de los tiburones caballa, un grupo que incluye al gran tiburón blanco y al tiburón zorro.
Aunque el gran tiburón blanco es actualmente el mayor representante de esta especie, palidece en comparación con las dimensiones estimadas del Megalodón. Basándose en los restos encontrados, los científicos estiman que este tiburón podría haber medido entre 15 y 20 metros de largo y haber pesado entre 50 y 100 toneladas.
El Megalodón, como su nombre indica, también se caracteriza por el tamaño de sus dientes, el fósil más abundante de este gigante extinguido. Sus dientes podían medir hasta 20 cm de largo y alcanzar los 150 cm en una mandíbula de 180 cm de ancho y 270 cm de alto, lo que permitía al tiburón atacar a grandes cetáceos e incluso tortugas marinas.
Este tiburón extraordinariamente grande fue uno de los depredadores más exitosos y poderosos que han vagado por los océanos de la Tierra. No tenía ninguna otra amenaza en su entorno y, sin embargo, se extinguió hace varios millones de años. ¿Cómo explicar su desaparición?
¿Víctima del cambio climático?
Mientras que la mayoría de los peces son de sangre fría y, por tanto, tienen una temperatura corporal idéntica a la del agua circundante, los tiburones caballa mantienen una temperatura corporal superior a la del agua circundante. Los tiburones almacenan el calor generado por sus músculos, lo que los diferencia de los animales de sangre caliente (endotérmicos), como los mamíferos, aunque todavía había dudas sobre si el Megalodón pertenecía a esta categoría.
Tras analizar los isótopos del esmalte de los dientes de este tiburón extinguido, los científicos de la Universidad UCLA de Los Ángeles llegaron a la conclusión de que el Megalodón podía mantener su temperatura corporal unos 7 °C más caliente que el agua circundante. Esta temperatura es muy superior a las determinadas para otros tiburones que vivieron en la misma época. Por tanto, a diferencia de otros tiburones, Megalodón habría sido capaz de calentar su propio cuerpo con una diferencia de temperatura corporal lo suficientemente grande respecto al agua circundante como para clasificarlos como animales de sangre caliente (endotermos).
Su cuerpo más caliente permitía a este tiburón gigante moverse más rápido, tolerar aguas más frías y, por tanto, extenderse por todo el mundo, pero fue esta ventaja evolutiva la que también provocó su desaparición, según los investigadores. Durante el Plioceno se produjo un enfriamiento global que provocó un cambio significativo en el nivel del mar, un descenso de la temperatura del agua en todo el mundo y la desaparición de muchas de las especies de las que se alimentaba el Megalodón.
Mantener su elevada temperatura corporal exigía del Megalodón una energía considerable, que a su vez le exigía un apetito voraz en una época en la que el equilibrio de los ecosistemas marinos estaba cambiando. Por tanto, este tiburón gigante ya no era capaz de alimentarse lo suficiente como para sobrevivir al cambio climático global que se produjo en aquella época, y su ventaja evolutiva (la endotermia) acabó provocando su desaparición de nuestros océanos, dejando paso a tiburones mejor adaptados a las condiciones del medio.