Preocupante: demuestran que respirar aire contaminado en la infancia aumenta el riesgo de demencia en la tercera edad
Un nuevo estudio refuerza lo estimado por otros anteriores al demostrar una relación entre la demencia en la tercera edad y la exposición a la contaminación en la infancia. Los datos también indican que mejorar la calidad del aire que respiramos puede revertir parte del proceso.
El dato es inquietante. Un grupo de investigadores de Escocia han encontrado algunos patrones en los datos de salud que sugieren que la contaminación del aire que respiran los niños puede afectar sus posibilidades de sufrir demencia en la vejez, tal como lo refiere The Guardian. Lo cierto es que ya hace 20 años se descubrió la primera pista de que la contaminación del aire puede afectar la salud cerebral.
En aquel momento los investigadores habían encontrado cambios cerebrales en perros domésticos en la Ciudad de México, una ciudad con una contaminación crónica. Más acá en el tiempo, en 2022, un comité del gobierno del Reino Unido pudo revisar 69 estudios. Así concluyeron que era probable que la contaminación del aire acelerara el deterioro cognitivo en la vejez y aumentara el riesgo de demencia.
En ese momento también encontraron algunas pruebas de cambios en los cerebros de los niños expuestos a la contaminación del aire. Ahora, Otto-Emil Jutila, de la Universidad de Edimburgo y primer autor del nuevo estudio, señaló que "si bien el papel de la contaminación del aire como factor de riesgo de demencia en la vejez se ha investigado ampliamente, se sabe menos sobre el impacto de la contaminación del aire a lo largo de toda nuestra vida".
Estudio con personas nacidas en 1936
En el año 2004 se reclutaron algo más de 1.000 personas para un estudio sobre el cerebro y el envejecimiento. Todas estas personas nacieron en 1936 y crecieron en los alrededores de Edimburgo. A partir de los 70 años, se las ha evaluado cada tres años. Alí se pudo observar que la primera persona fue diagnosticada con demencia en 2011. Para el año 2019, el 17 % de las personas habían desarrollado demencia, aproximadamente una de cada seis.
El siguiente paso de la investigación fue determinar la contaminación del aire en los barrios donde crecieron. Los datos se construyeron a partir de una gran variedad de fuentes, revistas antiguas, libros, compendios estadísticos, entre otros. Dados los vínculos intrínsecos del carbón con la población británica durante siglos, era importante estimar cuánto y dónde se consumió carbón a lo largo del siglo XX.
El primer resultado, y tal vez el más fuerte como lo define The Guardian, fue que la contaminación del aire en 1936 se asoció positivamente con el riesgo de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer. En ese momento, los participantes del estudio estaban en el útero de su madre o tenían menos de un año. Luego, la contaminación del aire en la mediana edad parecía tener un efecto protector contra la demencia, pero esto puede deberse al tiempo que tardan en desarrollarse las diferentes enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
Contaminación y enfermedades
Al analizar esa información Jutila dijo que “una mayor exposición en la mediana edad puede estar asociada con una muerte más temprana por otras afecciones relacionadas con la contaminación del aire, como enfermedades cardiovasculares y respiratorias, antes de que las personas puedan desarrollar demencia. La exposición a la contaminación del aire es un problema que dura toda la vida y tiene efectos perjudiciales para la salud a largo plazo”.
Aunque no es concluyente, el nuevo estudio muestra que la investigación sobre la salud de las personas mayores y la contaminación del aire que respiraron en el pasado puede ayudar a proteger a las generaciones futuras. La contaminación parece tener un efecto concreto sobre enfermedades en la edad adulta, como la demencia.
Un aire de mejor calidad también puede ayudar a las personas en etapas posteriores de la vida. Algunos estudios realizados en Francia, Estados Unidos y China descubrieron que la reducción de la contaminación del aire podría reducir rápidamente la cantidad de personas que contraían demencia. Dicho de otra forma, reducir la exposición a la contaminación del aire podría hacer al proceso, al menos en parte, reversible.
Referencia de la noticia:
Krzyzanowski B, Mullan AF, Turcano P, Camerucci E, Bower JH, Savica R. Air Pollution and Parkinson Disease in a Population-Based Study. JAMA Netw Open. 2024 Sep 3;7(9):e2433602. doi: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39283636/
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